Cala Vento – Casa Linda

‘Casa Linda’, su cuarto álbum, es el mejor disco de Cala Vento

Nadie diría, a simple escucha, que Cala Vento fuese un dúo, y es que la potencia y el peso de su sonido nos dibuja sobre el escenario al menos a una banda de cuatro miembros. Pero lo cierto es que no. Con solamente una guitarra y una batería Aleix y Joan se bastan y se sobran.

Lo de estos dos amigos de L’Empordà se basa en trabajar el talento innato con constancia y fe en un proyecto que nació cuando empezaron a componer juntos en el año 2014 manteniendo los mismos valores y no dejarse vender por la industria. Cuatro álbumes de estudio llevan ya manteniendo el sonido Cala Vento: rock indie de sonido contundente, voces vibrando guturalmente con una energía que se comen la vida y letras con un lenguaje directo y accesible de estribillos pegadizos. Sus dos primeros discos ‘Cala Vento’ (2016) y ‘Fruto Panorama’ (2017) fueron respaldados por la discográfica BCore Disc,  con el tercero, ‘Balanceo’ (2019) se animaron a la autoedición creando el sello Montgrí (escogieron el nombre por ser la montaña que une el Baix y el Alt Empordà, de donde son cada uno de ellos) y consiguieron el estatus de una de las bandas de rock alternativo más respetadas del panorama estatal y con mayor proyección en Latinoamérica.

Con ‘Casa Linda’ (Montgrí, 2023) alcanzan cotas altas de excelencia, puliendo el sonido de ‘Balanceo’ (sí, se podía pulir aún más porque siempre buscan innovar) y llegar a lugares inéditos hasta ahora. Hay giros inesperados en los 37 minutos que da de sí el cuarto álbum de los catalanes, con sitio para volver a utilizar ese punto de adrenalina que sueltan en sus estribillos haciendo que no podamos soltar el disco en semanas.

Para este cuarto trabajo, además, han dado otro paso más y construyeron ellos mismos su propio estudio de grabación durante la pandemia y parte de las canciones de ‘Casa Linda’ fueron grabadas allí. Se trata de una producción dirigida por el dúo en la que han participado Martin Glover Youth, Emili Bosch y Santi García en calidad de productores, y Jordi Mora como técnico de mezclas.

‘Balanceo’ fue tildado como disco inconformista tanto en el plano individual como en el colectivo. En ‘Casa Linda’ no abandonan esa senda del todo y lo han concebido preguntándose «¿qué sentido tiene grabar otro disco y publicarlo si no vamos a cambiar nada?». Las once canciones de ‘Casa Linda’ intentan buscar alternativas a esta dolorosa reflexión pero también hay espacio para liberarse mentalmente de los problemas cotidianos y encontrar ese remanso de paz que tanto necesitamos y pedimos a gritos algunos días.

Más cercano a su debut que a su anterior álbum, ‘Casa Linda’ presume de tener un principio potentísimo y un final bellísimo. No siendo un disco conceptual en forma y contenido, las canciones están colocadas siguiendo un orden coherente.

El disco lo abren retándonos en ‘Más que satisfechos’: «quiero ver cómo cantas lo que hemos escrito, sin saber a quién va dirigido». Esta canción es una colaboración junto a Gospelians de Girona, un coro amateur de góspel originario de Girona, la primera de tres. Empiezan fortísimo elevando la calidad del disco a cotas altas y manteniéndola ahí hasta el final.

‘Equilibrio’ tiene un sonido más pop que la anterior aunque también despuntan los sonidos de guitarra. Fue uno de los adelantos, junto a ‘Casa Linda’, que más caló en el público. Lejos de tirar por la vía de la romantización y que pueda parecer una canción dedicada a la pareja, habla de ese yo interior que te empuja y te arropa y en el que te puedes apoyar cuando las cosas no van bien, el videoclip tiene un je ne sais quoi que lo hace especial, dirigido por Manel Serrat y Albert Ramírez. Su versión acústica pone los pelos de punta.

Esta vez han querido poner el foco en lo que hay alrededor, en el sistema en el que vivimos, en la sociedad de la que formamos parte, y buscaban que quien escuchase las canciones se sintiese interpelado en vez de mirarse en el espejo como hicieran en ‘Balanceo’, por eso han salido canciones como ‘Ferrari’ la cual va de enfrentarse a una tentación y sus consecuencias; ‘Tu lugar’ como invitación a reflexionar acerca del uso que se le da a las redes sociales y no caer en el pozo de la comparación; ‘23 semanas’ y su apología del retorno a la vida rural para frenar el fenómeno de la España vaciada; o ‘Casa Linda’ que aborda el problema de la vivienda supurando hace tiempo con la impasibilidad de nuestros políticos y la desilusión de quienes no pueden permitirse un sitio donde guardar sus cosas.

La homónima al disco es una rara avis en la trayectoria del dúo. Una canción de pop pegadizo minimalista, grabada con solo dos guitarras acústicas y algunos toques electrónicos. Es bella, simplemente bella, no hace falta añadirle más.

‘Casa Linda’, menos bruto y más equilibrado que anteriores álbumes cuenta también con Amaral en ‘Teletecho’, una oda al insomnio lanzada en vinilo que dista bastante en el tiempo respecto a los demás adelantos, y Gorka Urbizu (Berri Txarrak) en ‘Passar Pantalla’ inicialmente descartada para este disco porque no les acababa de convencer.

El cierre es ‘Conmigo’, primera canción que componen sin guitarra ni batería sino con sintetizadores que la hacen super bailable. Unos acertados silbidos le dan el toque cuqui y la letra habla de cuidar y cuidarse. Es perfecta para acabar un trabajo de cuatro años de maduración, pandemia mediante: «Entra la luz en el salón mientras yo te hago la cena / Con todo el percal que hay ahí fuera / Sé que a lo mejor me da pereza salir a pasear conmigo».

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