Entrevista a Second

Los grupos madrileños jugaban en casa y nos regalaron una noche para el recuerdo

 

La noche del 29 de diciembre estaba reservada para El Buen Hijo y La Paloma. Los dos grupos nos esperaban en el Teatro Barceló para cerrar el año dando la campanada final al festival de invierno organizado por Madrid Brillante, que nos ha dejado recuerdos bonitos y grandes conciertos. Ambas bandas dieron un espectáculo más que a la altura, mostrándose siempre agradecidas y emocionadas ante un público entregado.

El Buen Hijo hacía acto de presencia cerca de las 21 horas, calmando los típicos nervios del público por la eterna espera antes de un concierto. ‘El Hombre del Tiempo’ fue la canción encargada de inaugurar un setlist pulido y muy bien organizado. Con ‘Rápido y Brutal’ llegaron los primeros pogos de un público con muchas ganas de moverse y bailar, algo que se reflejó también en ‘Rio de Janeiro’. También hubo tiempo para versiones como la de ‘Salsa Rosa’, un villancico de Juncal Rivero que Marco nos recomendó escuchar con mucho gusto.

El final de concierto fue la apoteosis total. Por fin podía escuchar ‘¿Qué Tal?’, una señora canción con todas las letras y una de mis favoritas junto a ‘Crucigrama’. Y cuando parecía que esto no podía ir a más ahí estaba ‘Aunque Pene’, de los mejores temas del conjunto que vino acompañado de una buena dosis de saltos, pogos y gritos.

Lo pasamos bien con El Buen Hijo y su pop enérgico y brillante, transmitir esas buenas vibraciones y hacer bailar así al público no es fácil, pero ellos lo consiguen.

El descanso hasta que salió La Paloma se hizo demasiado largo, nadie queriía esperar ni un segundo más, las ganas y la expectación eran máximas. Para que os hagáis una idea, un concierto de La Paloma genera una ilusión parecida a la de un niño despertándose el dia de Reyes.

Su entrada épica con ‘Jump Around’ de fondo fue toda una declaración de intenciones, porque hubo saltos para dar y tomar. Es increíble ver cómo un grupo que no ha tenido ni tiempo de publicar un disco consigue generar una atmósfera tan especial, como si estuvieses viviendo algo único que te llena sobremanera.

El inicio era el habitual, con ‘Sigo Aquí’, una canción que abrirá su primer disco ‘Todavía no’, que saldrá el próximo el 24 de febrero. Muchas ganas de escucharlo y más aún viendo el adelanto de algunas de sus canciones, con las que nos deleitaron.

Llegaron a tocar toda su discografía y el público no podía estar más en su salsa. Canciones como ‘Un Momento Oportuno’ y ‘Siempre Así’ generaron un frenesí humano que siguió con temas más nuevos como ‘Algo ha cambiado’ o ‘Todo esto’, que el publicó canto y vivió como nunca, por las ganas que había de disfrutarlas en directo.

No tengo palabras para describir el final del concierto, La Paloma en su máxima expresión. ‘Bravo Murillo’ desató la locura entre el público como era de esperar, todo era una marea de gente que coreaba una canción que, para mí, se ha convertido en un verdadero himno difícil de olvidar.

‘Quejas Célebres’ protagonizaba el vacile de la noche. Cuando muchos cantaban ‘Palos’, porque creían que había llegado el momento, Nico siguió cantando «Ya seeé que nooo», bien jugado. Pero al César lo que es del César, el bajo tocó esa mítica linea y lo demás es historia. Un gran circle pit y desenfreno final, lo siento, pero aunque lo intente no te puedo volver a explicar lo que ha pasado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Álvaro Espinosa

Álvaro Espinosa

Redacción