‘Autofiction’ (2022)
- Suede
- ⭐️ 9/10
- BMG
Suede reaparecen en la escena musical con ‘Autofiction’: su disco punk, intencionadamente más crudo que sus anteriores trabajos
Suede entró en nuestras vidas en 1992 con el single ‘The drowners’ que el pasado mayo celebró su 30 aniversario y ‘Autofiction’ es su noveno disco de estudio. Tres décadas de carrera condensadas, de momento, en 9 discos pueden parecer poco para el quinteto británico de glam rock muy prolífico en la década de los 90, pero no debemos olvidar que hubo un vacío de 11 fríos años entre ‘A new Morning’(2002) y ‘Bloodsports’ (2013) álbum con el que retomaron su andadura como banda y no han pisado el freno de mano desde entonces, nosotros nos hicimos eco de ‘Night Thougths’ (2016).
Antes de que lanzasen su último LP, tuvimos la oportunidad de gozarles en Tomavistas 2022 , donde replegaron toda la energía que han depositado también en el estudio de grabación.
Si abrimos wikipedia, nos chivará que la pandemia hizo de las suyas en la grabación de ‘Autofiction’, pues en un primer momento querían grabar el álbum en directo en pequeños lugares actuando bajo el nombre falso de Crushed kid para traer el sonido en vivo de la banda al disco y tuvieron que deshacerse de esa idea.
Cada disco es una reacción al último disco hasta cierto punto. No quieres seguir yendo en la misma dirección. Quería volver y hacer algo que se sintiera un poco más crudo, un poco más enojado, un poco más desagradable. ‘Autofiction’ es nuestro disco punk, y estamos jodidamente orgullosos de ello.
Amén a estas palabras salidas de la boca de Brett Anderson durante la promoción. ‘Autofiction’ tardó mucho tiempo en cocinarse, exactamente cuatro años, precisamente porque no era urgente sonar nostálgicos, a Brett no le agrada la idea de volver atrás en el tiempo, lejos de querer revivir sus veinte años encontramos a un Anderson reflexivo en sus respuestas donde apuntala que “El trabajo duro puede definirte y convertirse en un consuelo”.
En ‘She Still Leads me on’ primero de los singles, Brett profesa amor hacia su madre «La amé cuando no era amable” y hace un ejercicio impecable de honestidad y vulnerabilidad sobre la hoja en blanco.
Para ‘Personality Disorder’, el líder de Suede recalca que no quiso homenajear a Mark E. Smith, sino llevar a su terreno ese estilo a la hora de cantar, consciente de su propio carisma a la hora de ponerse frente a un micrófono. Y en ‘15 again’ nos sumerge en el reconocible sonido glam de la banda.
‘The only way I can love you’ es una nueva oportunidad para confesiones y arrepentimientos “y si te decepciono, que sepas que escribí esto para tí’ destacando el papel protagónico de la guitarra de Richard Oakes, lineal ascendente en todo el álbum: “Esta es la primera vez que realmente escuchas a Richard” sentencia Anderson.‘That boy on the stage’ tiene un estribillo pegadizo con la voz sexy y aguda de Brett con una letra seductora tal y como se muestra subido en un escenario. Es la canción exhibicionista del álbum orquestada por el puro placer de la autocomplacencia.
Subrayamos en la de la segunda mitad del disco, ‘Black Ice’ por tener un tempo que recuerda ligeramente a la atmósfera del ‘Dog Man Star’ donde encontramos de nuevo en su letra tintes personales; ‘Shadow Self’ y ‘It’s always the quiet ones’, que justifican más que de sobra que sea su álbum punk.
Mientras que para las baladas ‘Drive myself home’ y ‘What Am I without you?’ no consiguen el peso comparable al resto del álbum, escogen ‘Turn off your brain and Yell’ como despedida y aciertan ya que la batería y el riff de guitarra del primer minuto y medio nos pone a tono para la que es una de las canciones del disco: tiene pasado y presente de Suede engullido en sus casi seis minutos de duración.
Ha quedado claro que este álbum es mucho menos producido que los anteriores, que la intención era hacerlo más crudo, incluso se buscaba resaltar el carácter y la personalidad de la música de Suede sin la arrogancia de la juventud. Gracias, Brett, por abrirte en canal y no caer en los abismos.
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Lorena M.
Redacción