Imagen: Alejandro Gadella

Se trata del adelanto de su primer álbum de estudio que se titula ‘Partículas’

Animales está a punto de publicar su primer álbum de estudio, ‘Partículas’. La fecha señalada es el 25 de noviembre y EL PERFIL DE LA TOSTADA estrena en exclusiva el videoclip de su single ‘El latido’. Aprovechamos para hablar con Pablo, vocalista de la banda.

Animales se formó en 2016. ¿Cuáles han sido vuestros pasos desde entonces? ¿La pandemia ha sido causa de retrasos a la hora de desarrollar vuestro proyecto musical?

Desde que empezamos y hasta la pandemia éramos felices con que nos dejasen tocar en alguna sala de vez en cuando. Nos parecía un regalo. Lo hacíamos sin pretensión y sin demasiada obsesión, la verdad. De hecho, siempre hemos ido despacio. Sorprendentemente, los conciertos que hacíamos funcionaban muy bien. Pero solo era eso: una excusa para juntarnos, salir a tocar, estar con amigos y escuchar música. La pandemia supuso un freno -de hecho teníamos nuestro primer concierto fuera de Madrid, en Barcelona, y no pudimos hacerlo- pero también nos permitió ponernos a pensar en cosas diferentes, como grabar un primer disco.

‘Partículas’ será vuestro primer álbum de estudio del que ‘El latido’ que presentamos aquí es uno de sus adelantos. ¿Qué nos podéis contar de lo que encontraremos en el disco? Tenemos entendido que se financió vía crowdfunding. ¿Cómo ha sido su elaboración?

Financiamos el disco con un crowfunding pequeñito en el que nos apoyaron más de 100 personas a las que siempre estaremos agradecidísimos, porque además lo hicieron en plena pandemia, en un momento de mucha incertidumbre ante la crisis que amenazaba y en un momento donde cosas como estas quedaban en un plano muy lejano, obviamente. El disco lo grabamos con Chiloé, productor y baterista de muchas bandazas, que nos abrió las puertas de su casa y le metió toda la paciencia posible a unos tipos que querían grabar su primer disco y que llegaron con un puñado de canciones y mil puñados de dudas. Pobre.

El resultado es un disco pequeñito, con seis canciones de aquí y allá, muy orgánico… pero sin barreras: hay poco estribillo, instrumentales largos, canciones de seis minutos, partes improvisadas en el estudio… Es un primer álbum pero también un globo sonda para aprender de qué va todo esto de grabarnos y probar cosas en las que no pensábamos demasiado. Pero vaya, ni tan mal. Repetiremos seguro.

¿Incluye este trabajo la canción de ‘Tarde y mal’ que sacasteis en apoyo a las salas de música durante la parte más dura la pandemia? A este respecto, ¿qué papel consideráis que juegan las salas en el circuito musical en estos momentos?

Pensamos en incluirla pero al final vimos que era gastar una bala en una canción que ya estaba bien como estaba, pese a que la grabamos durante el confinamiento cada uno desde nuestras casas con los medios que teníamos. Por ejemplo, la percusión la grabó nuestro querido Pablo Nadal con unas escobillas y una caja de pizza. En su baño. ¡Un grande! Tarde y mal es imperfecta pero está perfecta en su contexto. Así que así se queda. Y tuvo muy buena acogida porque, efectivamente, la canción y el videoclip era un homenaje a la música y a las salas de música a las que tanto fuimos en Madrid, como La Fídula o el Calvario, que no podían abrir y se ahogaban en gastos sin recibir ayuda ninguna.

Lamentable (e indignantemente), muchas tuvieron que cerrar definitivamente o reinventarse. Esas salas han sido un poquito nuestra casa. Allí hemos visto decenas de conciertos y nos han dejado dar nuestros primeros. Son un trozo del alma de la música, y algunas de las cosas más bonitas de la música pasan allí. Y no porque sean el lugar donde empezaron artistas que ahora llenan estadios y hacen giras brutales. Al revés: son la hostia porque son el lugar en donde puedes escuchar a decenas de músicos que nunca llenarán estadios pero que son acojonantes, con unos proyectos increíbles. Para bien o para mal, esas perlitas solo se encuentran allí.

Telonear a Ben Harper en las Noches del Botánico en Madrid tuvo que ser un sueño… ¿Qué recordáis de esa experiencia?

Hasta casi el mismo día del concierto no nos lo llegamos a creer. Suponíamos que eso al final iba a no suceder, de un modo u otro. Siempre esperábamos esa llamada de: «Chicos, al final no podrá ser…». Cuando nos lo propusieron nos entró un poquito el tembleque. ¡Llevábamos años sin tocar! En 2018, cuando fuimos por primera vez a las Noches del Botánico, estuvimos en el escenario chiquitito para bandas emergentes. Y ya nos pareció mucho. Pero tocar en el escenario principal y abrir el show de Ben Harper… demasiado.

Al final lo empiezas a proyectar y te lo vas creyendo, claro. Lo hicimos con toda la actitud y funcionó muy bien. Nosotros nos lo pasamos del carajo e incluso algún despistado del público nos dijo que le había gustado.

¿El tema de festivales cómo lo veis? ¿Es un buen escaparate o se diluye entre tanta oferta de grupos para bandas como la vuestra?

Pues ojalá poder tener más información para poder responder bien, pero la realidad es que no podemos opinar mucho porque no hemos tenido oportunidad de estar en ese circuito. ¡Y no por falta de ganas! Pese a la burbuja y la oferta masiva, indudablemente son un lugar brutal para llegar a mucha gente que, de otro modo, no llegarías. Es obvio que se aprovechan de ser ese escaparate y a los proyectos medianos o pequeños y con ganas de todo muchas veces no se les dan las condiciones que, idealmente, deberían tener.

Pero vamos, esto es más por lo que nos cuentan y por lo que leemos, no por experiencia propia. De hecho, invitamos a los promotores que nos lean a dejarnos descubrirlo por nuestra cuenta. A ver si cuela…

Sabemos que sois asiduos de los conciertos. ¿Qué grupos emergentes recomendaríais ver actualmente?

Aquí nos ponéis en un aprieto porque tenemos muuuuchos amigos a los que deberíamos mencionar y a los que tendremos que dar muchas excusas por no haberlo hecho. Hay tantas cosas… Y no solo bajo el precepto de emergente asociado a juventud. Hay artistas con muchos años ya encima de los escenarios con proyectos fascinantes. Y luego una gran variedad de estilos, porque normalmente se piensa en cantautores con un poco de estigma y cliché. Pero hay de todo: desde canción melódica, flamenco, rock, pop, fusión…

Entre los más jóvenes me vienen a la mente Lidia Aguilar, Quique Montero, Santi Bernal, Kike M, Raquel Lua, Javi Badillo o Ángel Calvo, por ejemplo. Y de los que ya visten canas, Alberto Ballesteros, Gatoperro, Patricia Lázaro, Bonacorso, Alberto Alcalá, Joe Eceiza, Andrés Sudón, Enrique Amigó, Roura, Road Ramos, Aitor Flamingos… ¡Hay tantos! Y muchos que nos dejamos. Esto nos va a costar unas cuantas cervezas.

Rocío García

Rocío García

Redacción