xoel lopez

No podía estar mejor escogida la canción: Xoel López entró sonando ‘Here comes the sun‘, uno de los temas más radiantes de George Harrison en su etapa con The Beatles y todo un himno al espíritu positivo que tanto nos hace falta en los tiempos que corren.

El concierto del pasado viernes de Vibra Mahou (que un día anterior trajo a Carlos Sadness a Gijón y que a finales de mes acercará a Rayden, Shinova y Arde Bogotá a Oviedo, todo con entradas agotadas) fue una muestra más de las ganas de normalidad. Coincidió la cita musical con el anuncio del fin de las restricciones por coronavirus en Asturias pero, pese a ello (y por cuestión de horas) el concierto hubo de ser sentados y con distancia social.

Buena parte de él estuvo enfocado en los últimos trabajos del gallego, muy impregnados en su paso por tierras argentinas y que han tenido un gran calado entre sus seguidores, diferenciados de aquellos de su etapa de Deluxe. Música para cantar y bailar (con algunos intentos durante el concierto apagados por los responsables de seguridad, aunque al final buena parte del público optó por hacer oídos sordos) que nos devolvió a todos las ansias por pasar página y comernos el mundo con nuestros pies.

Hubo también momentos para la introspección, como cuando Xoel López presentó ‘Joana‘, una canción que se estrenó en la cuarentena y que, como él mismo definió, estuvo «demasiado tiempo confinada». Entre algunas de las elegidas no faltaron ‘Tierra’, ‘Todo lo que merezcas’, ‘Lodo’, ‘Hombre de ninguna parte’ o ‘Patagonia’ en el bis.

El recinto ferial adoleció de una acústica no a la altura del preciosismo musical de Xoel, tan rico en matices y malamente apreciados en este concierto. Pudieron las ganas, sin embargo, después de tanto tiempo sin un encuentro con el coruñés. Unas ganas que esperan y desean ver a Xoel de nuevo muy pronto por tierras asturianas en un concierto para cantar, bailar y reír sin limitaciones.

Rocío García

Rocío García

Redacción