Foto de archivo: Javi García Nieto

Foto de archivo: Javi García Nieto

Asistimos al concierto de Rufus T. Firefly dentro del festival Cruïlla XXS, en el recinto del Poble Espanyol en Barcelona. La banda de Aranjuez ofreció un directo sin fisuras y anunció la grabación de su nuevo trabajo en septiembre.

No desvelamos nada nuevo si afirmamos que aún nos queda un largo camino para acostumbrarnos a la nueva normalidad. Asistir a conciertos con localidades asignadas tiene muchas partes positivas, que todos los amantes de la música en directo vamos a ir descubriendo todos por fuerza: disfrutar de un concierto con un espacio amplio y vital asegurado es una gran ventaja. Pero, como toda polaridad, también tiene su lado negativo: asistir a un concierto como el que vivimos el sábado de Rufus T. Firefly sin poder despegar el culo de la silla se convierte en ardua tarea. Igual de ardua que conseguir ver un concierto con la incertidumbre en la que nos hemos instalado.

Rufus T. Firefly volvía a Barcelona, al recinto del Poble Espanyol, dentro del Cruïlla XXS. El festival, que ha conseguido seguir con su programación inicial intacta, pone punto y final esta semana. Podéis consultar la programación para estos últimos días aquí.

La formación de cinco subía al escenario con “Río Wolf” prendió la tarde seguida de “El Halcón Milenario”, ambos del álbum Magnolia. después del explosivo inicio, Rufus T. Firefly siguió con temas clásicos como “Nueve”, de su disco homónimo, “Loto”, también del mismo nombre que el último disco de la banda, “Druyan & Sagan” y “Demogorgon”.

Tras estos temas, la banda siguió con una nueva tanda de canciones pertenecientes a Magnolia: “Cisne negro”, “Última noche en la Tierra” y “Pulp Fiction”, para acabar con “Un Breve e Insignificante Momento en la Breve e Insignificante Historia de la Humanidad”.

Fue después de este corte, y antes de hacer la pausa rutinaria previa a los bises finales, cuando Víctor Cabezuelo desveló que en septiembre entrarán en el estudio para grabar un nuevo álbum, que tenían previsto empezar a trabajar ya en junio pero que han tenido que retrasar debido a la situación actual.

Después de esta buena noticia, empezó el bloque final con la declaración de amor de “Nebulosa Jade”, siguió la épica “Pompeya”, la deliciosa “Magnolia”, que siempre se queda corta, y acabaron poniendo el punto final con la explosión de “Tsukamori”.

Rufus T. Firefly se encontró con un público dedicado y dispuesto a recibir amor con su propuesta, una de las setlists más completas que ha ofrecido la banda en sus conciertos. Con todos estos temas configuraron una hora y media de concierto sin fisuras, sin tiempo para relajarse y con el reto de mover todo el cuerpo sin moverse de la silla.

Quizás es hora de acostumbrarse a disfrutar del rock y la psicodelia de los Rufus, de sus guitarras, sintetizadores fantasiosos y de la batería contundente de sus canciones de manera relajada. Quizás estas circunstancias doten de un halo especial a cada uno de los conciertos en esta era: artistas y público celebran como una victoria el estar disfrutando de la cita y se disfruta como si fuera el último.

Team Perrolín

Team Perrolín

Redacción