Los amantes de la música llevamos varios meses de luto por la cancelación de todos los festivales que dan sentido a nuestro verano, pero algunos grandes, como el Festival Cruïlla, han trabajado a contrarreloj para darnos un poco de esperanza en este mundo conocido como «nueva normalidad»
El Festival Cruïlla inauguró el pasado miércoles el Cruïlla XXS con el lema «menos es más«, reduciendo su formato habitual y trasladándolo a espacios emblemáticos de Barcelona creando así unos espectáculos enormes.
El pasado jueves nos plantamos en l’Anella Olímpica para asistir al primer concierto de la gira de M-Clan. Después de 2 años y medio los murcianos volvieron a pisar la capital catalana para ofrecernos un momento especial a la vez que peculiar. El entorno era maravilloso, con una acústica muy correcta y una puesta de sol que aportaba el toque encantador que lo hacía casi idílico. Mascarillas, gel hidroalcohólico y sillas super separadas unas de las otras nos azotaban y llevaban de vuelta a la agridulce realidad de la pandemia y el distanciamiento social.
“Pensábamos que tendríamos que cantar con mascarilla y que estaríamos todos como los niños de «Another brick in the wall» de Pink Floyd” – confesó Carlos Tarque, cantante de la banda.
Empezaron con su «Filosofía barata» que fue aplaudida desde el principio por los asistentes, entre los que se encontraban amigos que los han acompañado desde principio de sus tiempos, hace más de 25 años.
Repasaron sus mejores éxitos como «Souvenir», «Para no ver el final», «Perdido en la ciudad» o «Dando vueltas», mientras un publico ejemplar se quedaba sentado y sin arrollar objetos, como bromeó la voz de M-Clan.
Tampoco podían faltar los himnos «Las calles están ardiendo», «Gracias por los días que vendrán», «Miedo» o «Llamando a la tierra», la archiconocida versión en español de la canción «Serenade» de Steve Miller Band.
Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez hicieron un mano a mano recorriendo las Memorias de un espantapájaros y sus Defectos Personales de Usar y tirar, Para no ver el final Sin enchufe dándonos Un buen momento con una Sopa Fría hasta llegar a Delta, su último trabajo grabado en Nashville en 2016, del que tocaron las canciones «Delta», que da nombre al álbum, «La esperanza» y «California».
El dúo se bastó de pandereta, cajón, armónica y guitarra para llevarnos el más puro rock MClan. Hasta que por fin Carlos cogió la guitarra – soltó Ricardo justo antes de empezar a tocar «Roto por dentro».
Después de la que hemos pasado, nos pidieron que seamos responsables y consecuentes porque quieren volver pronto, esta vez con la banda al completo para traer un nuevo disco, cuyo lanzamiento se ha visto retrasado.
Se hizo la magia al coincidir «Calle sin luz» con la puesta de sol por detrás de l’Anella Olímpica, y a grito de «Hasta la vista Rock and Roll» cantaron el pre-aviso “parece que se acabó”. Algunos no pudieron resistirse y se levantaron de la silla para bailotear, sin moverse del sitio, y aprovechar lo que parecían los últimos minutos de espectáculo.
Al desaparecer del escenario, el público empezó a tararear «Maggie despierta» a lo que respondieron recogiendo el guante y cantando el tema del álbum Sin enchufe, que empalmaron con la canción «Te quiero igual» de Andrés Calamaro y un «Quédate a dormir» que nos hizo levantar a todos sin excepción.
Después de tantos meses sin conciertos, el público se resistía a aceptar que aquello llegaba a su fin pero nos fuimos satisfechos después de «Carolina» y «Concierto Salvaje», uno de los temas más recientes y bailongo de su último trabajo Delta.
Mientras M-Clan saben hacernos arder y arder como el primer día, el Cruïlla sigue enamorando en todos sus formatos.
Sònia S.
Redacción