Son 30 años de música y, sin embargo, puede que a más de un joven melómano se les escape. Son pioneros en la historia de la música alternativa española junto a otros de la talla de Los Enemigos o Los Planetas con quienes, por cierto, cerraron filas bajo el nombre de Los Evangelistas para homenajear a Enrique Morente tras su fallecimiento. Pero es que tampoco son una formación al uso. Desde Granada al resto del país, Antonio Arias, Eric Jiménez, Miguel Ángel Rodríguez Pareja y Juan Codorniu (con idas y venidas de miembros del grupo durante el camino) han dado más de una vuelta de tuerca, y a su público con ellos. Arriesgar es una palabra que a la música le sienta tan bien, y ellos lo han hecho innumerables veces. Un hito: saltaron al vacío de la mano de Enrique Morente para culminar en ‘Omega’, un trabajo que ha pasado a la posteridad y que permitió escribir una nueva página del flamenco pero también del rock. También ha habido coqueteos con la electrónica, el pop y el metal. Han fracasado. Han reaparecido. Han probado otros proyectos. Su genuinidad está fuera de toda duda.

Antes de que finalice el año habrá un nuevo trabajo de Lagartija Nick que echarse a la boca y saborear. Sorbos cortos cargados de intensidad para una música exigente que explorar sin prisas. Como entrevistar a Antonio Arias, con quien tenemos la sensación de que habría que parar el tiempo para poder escucharle y perdernos en las anécdotas de cada momento vivido.

‘Crimen, sabotaje y creación’ es el último trabajo hasta la fecha. No queremos detenernos en la grandísima carga sentimental en este disco sino en el aspecto más musical, en lo que lo hace diferente tanto por el estilo como por las letras. ¿Cómo compusisteis estas canciones?

En todas ellas subyace un mensaje que hace de cada canción una obra a escuchar con atención y a paladear. En un principio las canciones eran más dinámicas y estaban influenciadas por las giras que habíamos hecho cuando se reeditaba algún disco antiguo como ‘Inercia’ o ‘Hipnosis’, ese material estaba fresco en nuestra memoria. Tras la muerte de mi hermano recuperé un montón de temario suyo y el disco cogió otra envergadura, más amplio, más trágico.

Parece un trabajo ingente meter tanto en un solo disco: poesía, punki, astronomía, reivindicación social, reflexión política… ¿Piensas alguna vez que la densidad de las letras pueden hacer que calen menos en  un público generalista?

Por supuesto, es algo que tenemos muy en cuenta, pero son muy personales. Había dos pilares de texto en el disco, ‘Agonía, Agonía’ y ‘Europa, Europa’, que tienen ese toque lorquiano y punki que mi hermano hacía tan bien. A partir de ahí se desplegó toda nuestra imaginería astral, collage y marciana que nos acompaña.

¿Estáis preparando ya nuevo material para un nuevo disco? ¿Hay fecha prevista para lanzarlo?

Sí, estamos en plena grabación de ‘Los Cielos Cabizbajos’, una colección de canciones inéditas de Jesús Arias. Va sobre ciudades bombardeadas, países arrasados y es lo último que escribió mi hermano. Hicimos una representación en Granada en junio del año pasado y fue apoteósico, incluso colaboró Estrella Morente en varios temas. Esperamos que esté editado para octubre o noviembre.

Nos gustaría hacer mención a un proyecto paralelo como es ‘El pueblo contra Antonio Arias y Fernando Alfaro’, estandartes de Lagartija Nick y Surfin’ Bichos en un formato muy diferente al que estamos acostumbrados por estos lares. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Una experiencia realmente peculiar, como si estuviésemos en un apartado de alguna sala o taberna a las 4 de la mañana y nos dejan solos con unas guitarras y unas cervezas. Estamos realizando bastantes  conciertos y nos lo pasamos muy bien, una especie de Walter Matthau y Jack Lemmon de la música española.

Se os reconoce vuestra aportación al estallido indie de los noventa pero vuestra trayectoria no ha estado exenta de altibajos que os han hecho desconocidos para las nuevas hornadas de indies. ¿Crees que la escena  independiente actual consume más música de usar y tirar pensando en pasarlo bien y no en la trascendencia de la obra en sí?

La escena actual puede dar la impresión de que el aspecto social de los conciertos es más importante que la música o el trabajo que hay detrás. Da la  sensación de que todo se presenta de esa manera de usar y tirar, pero sé que  hay un montón de talento tras las bandas. Quizá haya cierta resistencia a ser diferente hoy día y eso hace que resulten parecidas las propuestas, pero insisto, creo que es más por la presentación que por la propuesta en sí.

¿Por qué crees que a la música en directo le cuesta tanto tener cabida en los medios?

Los medios están muy diluidos y no tienen el peso de antaño así que deben  cuidar a sus patrocinadores  como si fueran oro puro. Eso los aleja de  propuestas más personales y arriesgadas como las que se presentan en salas.  Prefieren quedar bien con quien aporta el dinero y no mojarse demasiado con las escenas locales que están representadas en esos espacios.

Nos gustaría también preguntarte por el fenómeno de los festivales, que ha hecho que casi cualquier pueblo de España cuente con el suyo propio aunque  en algunos la programación musical durante el año brille por su ausencia.  Desde el publico, por una parte, está la ventaja de poder descubrir o acercarse  a grupos diferentes de la «zona de confort» pero también está otra cara peor,  que es la de tomar la música como mero divertimento y no prestar atención con lo cual un disco con un trasfondo como el vuestro parece tener difícil encaje. ¿Qué opinas de este boom de festivales?

El circuito de salas se ve afectado por la multitud de bandas que puedes ver en un festival y que desmotivan a la gente. Los medios se ocupan de esos  festivales sobre todo. Socializar la experiencia musical y trasladarla a las costas da la impresión de que el rock y la música alternativa se fueron de  vacaciones y que no han vuelto, y el público sigue como aletargado ante ese panorama. Sólo sentimos los órganos cuando nos faltan… Dicen.

¿Cómo encaja un proyecto como el vuestro en este panorama actual? ¿Os veis abocados a un público de cierta edad con un grado de autocrítica para digerir mensajes como los vuestros? Pongamos de ejemplo ‘La leyenda de los  hermanos Quero’, donde no sólo habéis ensalzado la historia real de esta familia durante el franquismo sino que le habéis dado brillo a la cultura flamenca que también fue denostada entonces.

Sé que las marcas que patrocinan algunos de nuestros eventos les piden a los  fotógrafos que por favor intenten sacar gente con pelo, tiene gracia y explica muy bien tu pregunta. ‘La leyenda de los Hermanos Quero’ representa un romance de posguerra, recuperamos una historia fascinante porque hubo tanto un exterminio a la lucha de los Quero como un exterminio cultural que se  representó en el asesinato y encarcelamiento de algunas de sus mujeres que  eran grandes artistas flamencas que tuvieron que huir y cambiar sus nombres. En estos momentos estamos realizando un documental sobre los Quero que  dirige José Sánchez Montes, con quien también trabajamos en el documental de ‘Omega’.

¿Qué opinas de la reciente hornada de programas televisivos que se han  prodigado en la televisión? Nos referimos a los shows de talentos, pero también a los más nostálgicos para elegir la mejor canción de una década o los que recorren comunidad a comunidad para conocer la música que se hace en  cada una de ellas.

Aparte de los talent shows que nombras están volviendo programas en directo con buen presupuesto y es de agradecer en este páramo que es la televisión  pública. Hemos participado en el programa que nombras y fue una experiencia  distinta, está guay.  Por otro lado en esos medios se está usando la música de décadas pasadas para embellecer los recuerdos, si la gente es capaz de sustituir su angustia del pasado por unos recuerdos tan perfectos como sus canciones favoritas… Bingo.

El próximo 16 de marzo Lagartija Nick actuará en el Esmorga Fest.

 

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Rocío García

Rocío García

Redacción

Periodista y melómana. Crecí con la música y no he parado nunca de aprender de nuevos sonidos y sensaciones. Amante también de las palabras, todo junto hace la canción perfecta.