“Vendimia o revienta, haz tú mismo tu elixir” o como Sr. Chinarro -Antonio Luque junto a su actual banda- ofreció en su concierto, dentro de la programación del Inverfest 2019, unas agradables y necesarias horas de evasión.

Si a unas letras exquisitas le sumas unos músicos de calidad, el resultado de la operación siempre será positivo. Por eso lo que al principio parecía ser un concierto sin demasiada afluencia de público, acabó en una de esas noches de karaoke entre amigos donde el cantante siempre es el protagonista, pero sabe hacerte sentir parte de la historia.

No es extraño que uno de los padres del costumbrismo y el estilo de andar por casa saliera al escenario de esa manera: con toda la naturalidad del mundo y empezara, sin rodeos, a tocar un total de 21 canciones con ‘Dos besugos’.

Fueron algunas las pausas necesarias para realizar ciertos ajustes de afinación que, más que generar distracción, consiguieron que los asistentes apreciaran -en un mundo donde prima lo producido- “la magia del directo”.

Se dice que detrás de una gran canción hay una gran o larga historia y, aunque sin dar excesivas pistas de la misma, a cada nuevo acorde le precedía un pequeño comentario con el que se podía atisbar el motivo de su creación.

El público de Sr. Chinarro es un público que va escuchar la sabiduría de su mesías, lo que permite disfrutar de un concierto de respetuoso silencio y pasmosa atención, sin privarse de vitorear los primeros sonidos de canciones ya convertidas en himnos como ‘Quiero hacerlo mejor’, ‘Tu elixir’, ‘Efectos especiales’ o ‘Droguerías y farmacia’.

Para cuando se produjo el ecuador del concierto la complicidad tanto en el escenario -donde teclado, guitarra, bajo y batería se encontraba en una divertida conversación (musicalmente hablando)- como en pista era más que evidente.  Los músicos cada vez disfrutaban más – lo que permitió dar a temas como El progreso’ un toque shoegaze- y el público era cada vez más entregado –Del montón’ y ‘Una llamada a la acción’ fueron especialmente bailadas-.

El momento íntimo de Antonio Luque llegó con ‘El alfabeto morse’, canción que interpretó sin banda y, por consiguiente, en acústico. Algo hacía presagiar que se acercaba la siempre dolorosa despedida.

El viaje por algunos de los temas más destacados de su discografía finalizó con el alabado tema Quiromántico’, cuya premonitoria letra “hace frío, y con una pluma roja le sonrío” representaba bastante bien cuál era el siguiente paso: salir al frío de Madrid pero con la sonrisa de haber podido disfrutar de un Sr. Chinarro que es a la música lo que el tiempo al vino, necesario.

Isabela Vivo

Isabela Vivo

Redacción