El grupo británico capitaneado por Justin Young ofreció un concierto sin fisuras en la capital asturiana
Parece que los astros se alinearon el pasado sábado porque aún resulta difícil de creer para quienes asistimos al concierto que dieron The Vaccines en Asturias que haya ocurrido. Primero, porque la cita fue una de esas que te hacen creer en el poder sobrenatural de la música en directo, con un sonido de diez y un público entregado a la causa. Segundo, porque la calidad de la banda se puso de manifiesto y les bastó una hora y cuarto para zanjar el asunto sin posibilidad de réplica. Lo habían dado todo y más y cuantos estuvimos pudimos marchar más que satisfechos.
Sin embargo, la noche no fue tan gozosa para todos. La banda hizo honor a su origen y salió con una puntualidad británica a las nueve de la noche, hora a la que estaba programada la actuación. Sin embargo, un fallo en una tanda de entradas (con comienzo fijado a las 22 horas) y, por qué no decirlo, la costumbre española de empezar más tarde de lo acordado (nada habitual en una obra de teatro pero en los conciertos se ha convertido en una máxima) provocó que un número nutrido de personas llegaran tarde, algo que desde la organización ya han avisado que enmendarán.
Para los que sí estuvimos, el concierto fue un recital de grandes canciones donde brillaron tanto los grandes clásicos como los nuevos sencillos de su reciente álbum ‘Combat Sports’. Como decimos, todo sazonado con un sonido magnifico que permitó escuchar con nitidez todos y cada uno de los instrumentos así como la voz de Young en una sala prácticamente llena.
The Vaccines arrancaron con una de sus nuevas canciones, ‘Nightclub’, y siguieron dándolo todo con ‘Wreckin’ bar (Ra Ra Ra)’ y ‘Teenage icon’. Turno a continuación para la sugerente ‘Dream lover’ y luego una de sus ‘oldies‘, ‘Wetsuit’, que nos llevó a los inicios de The Vaccines por 2011 cuando empezaban a prodigar su sonido desde Londres para el resto del mundo.
El concierto fue un no parar, con un derroche de energía y buen rollo continuos: la eléctrica ‘Out on the street’ (joya de la corona de su discografía), la popera ‘Your love is my favourite band’ (¿los ochenta han vuelto?), su himno ‘Post break up sex’, ‘Norgaard, ‘All my friends are falling in love’… Sin tomar aliento nos llevaron a la mitad del concierto atacando con ‘Take it easy’. Cuando empezaron con ‘Handsome’ la sala Estilo parecía ya el momento álgido de cualquier festival. ‘No hope’ o ‘I always knew’ sacaron el lado más tierno de la banda. La calma a veces llega antes que la propia tormenta.
‘If you wanna’ y ‘I can´t quit’ fueron la artillería pesada preparada para cerrar el capítulo. Pasado y presente de The Vaccines que apuntan maneras de clásicos y que se alejan de la sospecha de ser un grupo más de festival de usar y tirar. Por muchos años más de The Vaccines y por muchos más conciertos como éste. Que nos los merecemos.