Vuelve La Habitación Roja a Madrid después de los problemas de salud de Jorge Martí. Te contamos el concierto en la Ochoymedio donde la banda presentó por fin «Memoria», su último trabajo

Por Alberto Peréz (@aperezgalan)
Fotos de Ana Beltrán (@abeltranvazquez)

Un tromboembolismo pulmonar nos hizo esperar. El pasado 19 de abril, La Habitación Roja se vieron obligados a suspender su gira de presentación de su undécimo largo “Memoria” (Mushroom Pillow, 2018) tras sufrir su vocalista una complicación médica de urgencia.

Hablar de simplemente su vocalista es quedarse corto. Hablamos de Jorge Martí. Precisamente en octubre, mes en el que se estrena un documental sobre su vida, su historia, sobre lo más íntimo de una persona que nos ha conquistado desde 1995 poco a poco, sin dar demasiados gritos, con sus letras intimistas y de amor desgarrador. Fiel a su filosofía de importarle más bien poco lo que piensen los demás y, sobre todo, por sus constantes guiños a los que somos fieles seguidores de su banda ha conseguido ganarse el cariño eterno de su público, conquistando en el recorrido a quienes se van sumando al carro con cada uno de sus discos, con cada uno de sus himnos.

Parece que la historia de Jorge Martí nos ha ganado a todos y todas, fans o no de la banda. Su parte más personal nos ha hecho adoptarle, convertirlo en un referente, elevar su calidad humana hasta el infinito y, sin duda, darnos una lección tan necesaria en los tiempos que corren, en los nuevos tiempos a los que él mismo canta. Tenemos un nuevo héroe, un nuevo Superman en el anonimato de su yo por tierras nórdicas.

Pero el Ochoymedio entiende sobre todo de música y a punto de colgar el cartel de no hay entradas, la cola de acceso presagiaba lo que nos depararía la noche. Nervios, incertidumbre y sobre todo la alegría de volver a tener en Madrid a los valencianos de L’Eliana que tantas emociones nos han despertado a lo largo de estos más de 20 años de carrera. Caras conocidas entre los fieles que como devotos seguidores no fallan a la cita, además de nuevas incorporaciones a un equipo de seguidores con cada vez más afiliados. Todas y todos somos bienvenidas y bienvenidos a casa de Jorge Martí, Pau Roca, Marc Greenwood, José Marco y la nueva incorporación en los teclados, Endika.

Los encargados de calentar el ambiente fueron los locales Floridablanca, quienes con su synth funky disco despertaron a los impacientes que ocupaban la pista central y llamaban la atención de quienes pedían sus primeras cervezas. Aprovecharon la ocasión para adelantarnos parte de su álbum homónimo que presentarán oficialmente el próximo 22 de diciembre en la sala El Sol.

Ritmo bailable para cerrar el telón del aperitivo que deja buen sabor de boca en poco más de media hora de directo.

La hora prevista se había pasado y la impaciencia se apoderaba de los asistentes que silbaban  ansiosos por ver la apuesta de la banda para una presentación de disco extraña ya que, tras haberse paseado por varios festivales y salas estatales con el nuevo disco totalmente integrado en sus setlists, la incertidumbre se desvanece cuando el disco lleva ya seis meses sonando en nuestros reproductores. Podrían sorprendernos o no, pero empezó a sonar Elvis Presley y el tiempo para elucubraciones se terminó.

Sin asumir ningún riesgo, empiezan por el primer capítulo de su último disco, suena «Nuevos románticos», un homenaje a románticos valientes sin miedo a ser diferentes.

Y en más de dos horas de concierto, hubo cabida para prácticamente todos sus discos. Protagonismo absoluto, como no podía ser de otra forma, para “Memoria” del que tocaron un total de siete canciones, destacando las favoritas de Jorge «Estrella herida de muerte» y «Berlín» con un final demoledor. Y, por supuesto, «Madrid», un homenaje a la ciudad que tantas alegrías les ha dado y, esperemos, les siga dando por mucho tiempo.

Pero también sonó su primer álbum homónimo “LHR”, (Grabaciones en el mar, 1998) con un hit romanticorro, «Mi habitación», o “Universal” (Mushroom Pillow, 2010) con «Febrero», unos de sus estandartes convertido en himno generacional.

No faltaron a la cita «Nunca ganaremos el mundial» o «Eje del mal», como guiño a los fieles seguidores. Un repertorio trabajado que, según ellos, difícil de elegir teniendo una carta con más de 200 platos, se completó con «Posidonia», «La moneda en el aire» o la sorprendente «Annapurna».

Sin duda, los momentos de la noche, como no podía ser de otra manera, los protagonizaron los ya clásicos «Indestructibles», que se coló antes de los bises, y «Ayer», la canción que no puede faltar en sus directos y que sirvió para cerrar el concierto. O eso pensábamos.

Contra todo pronóstico, «Ayer» sirvió para poner la sala patas arriba pero no para finiquitar un espectáculo casi perfecto reflejo de la madurez de la banda. Y como muestra, un botón. Presentaban su último álbum y con él se despedirían.

Y si “Memoria” y la noche comienzan con «Nuevos románticos», el capítulo final «¿Quién eres tú?» también sirvió para cerrar la noche y un concierto que no dejó indiferente a nadie. Con sabor a despedida, Jorge Martí deseó que el legado de La Habitación Roja siga presente aunque ellos ya no estén. Los acordes de su última canción comenzaron a sonar y no todo el mundo pareció entender el final, pero se han despedido a lo grande fieles a su filosofía de nuevos románticos.

¡Viva Valencia, L’Eliena y la paella! ¡Viva La Habitación Roja!