Crónica de la edición del Empower Music Fest 2018, el festival que cuenta con un 70% de mujeres en su cartel y su staff. Belako, The Big Moon o The Crab Apples fueron algunas de las bandas que pasaron por esta edición
El Centro Municipal de La Pollina en Fuenlabrada ha sido el lugar elegido por la iniciativa Empower Music Fest, un espacio al aire libre y rodeado de vegetación del que disfrutamos de lo lindo. Con este proyecto, el festival tenía un objetivo muy claro: reivindicar la figura de la mujer en el mundo del arte y dar visibilidad a aquellas bandas formadas en su mayoría por mujeres. Una muy buena iniciativa para dar impulso a esa nueva generación que encabezan las mujeres en la música independiente.
No sólo fue el cartel, sino todas las piezas que conformaban la organización, desde el equipo técnico, la restauración y toda la producción del festival, compuesto por un 70 % de mujeres. Un staff que trabajó a un nivel altísimo y cuidó de que todo estuviera a punto en cada momento.
Viernes 31
La tarde comenzaba con el folk de Joana Serrat, acompañada de su banda, un puñado de músicos expertos que hicieron que cada una de sus canciones sonase muy bien. Los cálidos acordes de su guitarra y su sencillez a la hora de interpretar hicieron que este festival empezase de una forma muy agradable.
Con esta sensación en el cuerpo, y después de poco más de una hora de concierto, salió Belako al escenario, el grupo de alt-rock resultó ser puro rítmo y desenfreno. Fue un descubrimiento para mí, pues Belako es más que un sonido propio, es actitud, es el disfrute de cuatro músicos sobre el escenario, dando la mejor de las versiones de una banda. Comenzaron con una intensidad bajita, con canciones como “Aerean Bez” o “Maskenfreiheit II”.
Para ir subiendo el ritmo y perder el control con sus exitazos: “Lungs”, “Over the Edge” o “Render me numb”. Como no, los pogos no se hicieron esperar… pero ¿cómo controlar la adenalina mientras las guitarras de Lore y Josu ardían durante todo el concierto? No nos dieron respiro, mucha intensidad.
Tampoco faltaron las palabras de apoyo a las mujeres: “Desde ya, no vamos a permitir la entrada de maltratadores en nuestros conciertos”, dijo una rotunda Cris (voz). Fue mi primer concierto de Belako, pero he de decir que repetiré sin duda.
Turno para Soledad Vélez y llevar el ambiente a ritmos más tranquilos y electrónicos. La compositora chilena interpretó de una manera muy emocional y personal canciones de su último trabajo “Nuevas épocas”, realizado íntegramente con sintetizadores y teclados. De esta manera pudimos disfrutar de temas como “Esta noche”, “Flecha”, “Cromo y Platino” o “Pa Siempre”.
Un poco antes de lo previsto, salieron Melenas al escenario, 2:00 de la noche, y con ellas volvimos a rítmos más indies. Son una banda de Pamplona integrada por cuatro chicas que han surgido del Nébula y han arrancado con mucha fuerza. Melenas despertaba en mi una gran expectación por su sonido garage con un punto naive. Vinieron a presentar su primer trabajo, “Melenas”, el cual tocaron íntegramente, y con el que disfrutamos de lo lindo bailando al ritmo de “Cartel de neón” , “Volaremos” o “Mentiras”.
Sábado 1
La jornada comenzaba con The Crab Apples, rotundas salieron al escenario y dieron a conocer su segundo trabajo “A Drastic Mistake”, realizado íntegramente en inglés, dejando palpable la evolución de su música y el grado de entendimiento que la banda ha alcanzado. Hubo guiños a Nirvana versionando uno de sus temas y disfrutamos sobremanera con “Open your mind”, “Lights, “Wicked Memory” o “Puppets”.
Después de un largo descanso para sentarse en el césped y disfrutar del entorno, daba comienzo el concierto de Carmen Boza, el más multitudinario del sábado. Una vez empezado el concierto, comprendí el por qué de ese público tan entregado y fiel. Carmen es pura espontaneidad, derrocha complicidad con sus fieles, a quienes se dirigió en numerosas ocasiones. Así, sonaron temas como “Mantra”, “Dámelo”, “Vida moderna” o “Esparto”, pertenecientes a su último disco “La Caja Negra”.
Carmen explicó el año tan dificil que había atravesado, debido a las dificultades para lanzar su último trabajo, y con estas palabras expresó su experiencia: “Os invito a luchar por lo que uno quiere, por muy difícil e inalcanzable que sea un reto”, un discurso muy inspirador que el público supo agradecer.
A las 12:00 de la noche, llegó uno de los platos fuertes del Festival, y única banda internacional: las británicas, The Big Moon. Son una de esas girl bands que encabeza el rock más indie de la nueva generación que se nos avecina. Sorprendieron con la atmósfera que crearon, propia del grunch londinense, nada de melodías dulzonas. Dejaron claro su dominio de las tablas, a pesar de ser una formación joven (activas desde 2014).
El protagonismo se lo llevó su disco “Love in the 4th Dimension” el cual interpretaron casi íntegro. Así iban interpretando temas como: “Cupid”, “Formidable”, “Silent Movie Susie” o “Love in the 4th Dimension”. Entre hit y hit llegó el momento Bonnie Tyler, versionando “Total Eclipse of the Heart”, un tema que nos supo a gloria.
Por fin llegó Mourn, este grupo de Cambrils derrocha potencia por allá donde pasa. Jóvenes, pero rotundos, así pisa el cuarteto Mourn el escenario, con una seguridad aplastante. Casi, al terminar el concierto, Jazz, Carla y Leia se quitaron la camiseta, interpretando sus últimas canciones en ropa interior, involucrándose con la causa principal del festival: la igualdad de oportunidades para la mujer en la música.
El fin de la fiesta vino de la mano de Yawners, que nos dejaron con la boca abierta, y disfrutamos de “Arco Iris”, “Your Never Know”, “Forguiveness” y otros temazos de su primer trabajo “Dizzy”.
Nos fuimos con muy buen sabor de boca, mucha buena música. ¡Larga vida a las girl band!