Crónica del concierto de DePedro y Calexico en el ciclo madrileño Las Noches del Botánico
El Real Jardín Botánico de la Universidad Complutense de Madrid es el rincón perfecto para distraerse con magnífica música y rodearse de un entorno arbolado, verde, el perfecto bosque urbano. El pasado sábado nos acercamos a ver la propuesta de una de las jornadas de las Noches del Botánico, un ciclo de conciertos que se reinventa en cada una de sus ediciones y nos acerca a artistas de la talla de Elvis Costello, James Rhodes o Caetano Veloso, leyendas de la música contemporánea. Un evento muy cuidado, pensado para alejarse de los abarrotados festivales de los que podemos hartarnos en la temporada estival.
Esa noche fue el turno de DePedro (la banda de Jairo Zavala) y Calexico, procedentes de Tucson (Arizona), que por su proximidad a México bebe de las influencias de su arte.
Con un tiempo inusual pero muy agradable, DePedro comenzó su concierto, un enérgico Jairo y compañía salieron a escena, brazos abiertos, palabras de agradecimiento hacia el público, era difícil contener la euforia y las ganas de bailar.
El recital fue un recorrido por sus diversos éxitos musicales, nos paseó por el desierto de Arizona y a la vez por las calles de Madrid, dejando claro que lo suyo es la versatilidad. La evolución que ha ido experimentando su música, fruto de sus viajes y contacto con otras culturas y artistas, se materializa en pinceladas latinoamericanas, mediterráneas, africanas… huellas que nos transportan a destinos remotos.
Jairo se entregó al máximo desde un primer momento, y no dejó de recibir calurosas ovaciones durante toda la noche. Nos hizo disfrutar de lo lindo con canciones como “Antes de que anochezca”, “¿Hay algo ahí?”, “El pescador” y los temas que nos hicieron rebosar de felicidad; “Déjalo ir”, “Como el viento”, “Nubes de papel” o “Panamericana” la noche iba sobre ruedas. Sin descanso, llegaron las canciones más sentimentales y conmovedoras: “Ser valiente”, “Llorona”, o “Diciembre”. Da gusto ver la complicidad que tiene toda la banda.
Turno para los componentes de Calexico, la banda de Joey Burns y John Convertino con quienes Jairo ha paseado su guitarra en multitud de ocasiones y cuya conexión musical viene de lejos. Calexico, como su propio nombre indica, es el encuentro entre California y México, de ahí el origen de su música y la raíz de su sonido, además de fuertes dosis de jazz y música folk independiente (suroeste de Estados Unidos y Norte de México).
Son una banda con una gran apertura mental a la hora de crear música, expertos en realizar mezclas de diferentes géneros, nos regalaron un concierto realizado por músicos procedentes de todas partes del mundo, con un sonido limpio, impoluto, elegante.
Alzan su voz de manera activa contra las injustas políticas de inmigración que actualmente tienen lugar en EE. UU. dedicando varias canciones a esta causa, “Voices in the fild” es un buen ejemplo. Tampoco quisieron dejar pasar la oportunidad de recordar el drama que viven en diferentes partes del mundo los refugiados.
Música fronteriza melancólica llena de emociones con la que dejaron claro su visión sobre la alborotada situación del mundo actual. Una noche para enmarcar.