El grupo estadounidense hizo parada en Gijón para presentar su álbum ‘Crack up’
Gijón fue esta semana, concretamente el miércoles, parada de los Fleet Foxes en la gira que les está llevando por todo el mundo para dar a conocer su último trabajo discográfico que lleva por título ‘Crack up’. El tercero de su trayectoria musical y dado el público asistente (un día por semana en una ciudad pequeña como la asturiana) que ha causado notable expectación.
El quinteto de indie folk, que habla de sí mismo en términos de ‘jam de pop armónico barroco’, no dio tregua al respetable y presentó tema tras tema en el teatro de la Laboral. Pocas concesiones a la conversación: los de Seatle tocaron una canción seguida de otra sin moverse del escenario (salvo para dejar al cantante solo en el momento más íntimo del recital) y con apenas cambios. Tras solventar los problemas de sonido de las primeras canciones, el concierto se consolidó con algún punto álgido como la interpretación de ‘White winter hymnal’. También sonaron ‘Mykonos’, ‘Third of May’ y ‘Blue Ridge Mountains’, de su primer álbum de estudio en 2008, ya como colofón.