Crónica del concierto de Rufus T. Firefly y Nunatak en el Let’s Festival de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)

Teníamos ganas de volver a tener a Rufus T. Firefly en Barcelona. Casi un año después de su único concierto de presentación de «Magnolia» en la Ciudad Condal (te lo contamos aquí), la banda de Aranjuez volvía, junto a los murcianos Nunatak, dentro del marco del Let’s Festival, en l’Hospitalet de Llobregat.

Y sí, sabemos que os hemos hablado ya varias veces de los directos de Rufus T. Firefly, pero nadie puede resistirse a volver disfrutar, cuantas veces sean necesarias, de sus canciones en concierto. Así que volvimos a verles.

Pero antes Nunatak se ponían al frente de la velada para presentar su último y tercer álbum “Nunatak y el tiempo de los valientes”. Tal y como explicaba Adrián, este era el segundo bolo que realizaban presentando este disco y pedía disculpas de antemano. Disculpas innecesarias porque los de Cartagena se mostraron firmes y con aplomo tocando sus nuevos temas. En este álbum, la banda se confiesa mucho más madura y contundente defendiendo unas temas mucho más trabajados que los anteriores. Y en este set tocaron temas como “Nadie nos va a salvar”, “Bestias sedientas”, “Disonancia perfecta” o “Sigues en pie”.

En este directo pudimos comprobar que Nunatak no deja de lado sus sonidos que derivan al pop y al folk y descubrimos también su lado más latinos con temas como “Romper el cielo” y, por supuesto, repasaron también algunos de sus grandes éxitos como “Soy viento, soy fuego”, “Luz en su voz” y “El grito”.

Sin duda, uno de los mejores momentos del concierto de Nunatak fue cuando defendieron en la pista, entre el público y a capela, la canción “Solos”, que pertenece a su segundo LP, “Nunatak y el pulso infinito”.

Llegó el turno de los siempre esperados Rufus T. Firefly que iniciaron su set con la mística “Alone in Kyoto”, de los franceses Air y que forma parte de la gran Lost in Traslation. Con este inicio ya nos tienen conquistados y preparados para otro gran directo. Empezaron con “Tsukamori”, el tema que da inicio a su Magnolia e hicieron un repaso por casi todas las canciones de su último trabajo. Un set que fue in crescendo y que llegó a su punto más alto a partir de “Pompeya”, de su LP “Nueve. Le siguieron “Nebulosa Jade”, la apoteósica “Magnolia” y “Río Wolf”, con la que marcaron el punto y final del concierto.

Está más que dicho que Rufus se han ganado a pulso un hueco dentro del panorama musical en nuestro país. Y ellos no dejan de demostrarlo. Han conseguido defender un estilo muy propio gracias a la psicodelia de “Magnolia” que, en breve, tendrá una segunda parte. Estamos impacientes por descubrirla.