Todos los que acudimos el pasado sábado 30 de diciembre al WiZink Center de Madrid íbamos con el ánimo de despedir el año a lo grande.
No defraudó la ocasión, aunque algunos obstáculos empañaron momentos de la cita musical por excelencia de este fin de 2017. Era el último concierto de Sidonie tras su extensa gira de presentación de ‘El peor grupo del mundo’ teloneados por Rufus T. Firefly, otra de las grandas bandas del pasado 2017 (como puedes ver en las votaciones de EPDLT).
La velada empezó de forma puntual a las 20.15 horas con la formación de Aranjuez sobre el escenario y Víctor Cabezuelo con la mano izquierda vendada tras haberse roto el dedo meñique días atrás. Pese a ello, el vocalista de Rufus T. Firefly respondió como siempre y pudo tocar (guitarra y teclados) al menos sin atisbo de problemas el repertorio completo que tenían preparado durante los 40 minutos largos que duró su concierto. Sin embargo, el mayor contratiempo no fue el accidente del cantante sino el sonido que afectó a la calidad de su actuación, con una excesiva altura de los bajos que hizo que más de uno saliera con los oídos resentidos.
Afortunadamente, el volumen y calidad de sonido no empañó el turno de Sidonie, salvo en momentos puntuales (una lástima por el que debía haber sido el momento estelar de la noche, con Víctor y Julia mano a mano con la banda barcelonesa para interpretar ‘El bosque’, que no se oyó como debía). El otro ‘pinchazo’ a lamentar fue el de Leiva que a última hora no pudo llegar a tiempo para actuar con sus amigos.
Tras más de 80 conciertos, el «peor grupo del mundo» tenía las claves del éxito en sus manos: buen rollo, estribillos potentes, provocación y mucha diversión. Tampoco escatimaron en elogios hacia Rufus T. Firefly, algo que viniendo de una formación con la solera de Sidonie es mucho más que un piropo. Otro de los momentos estelares y esperados de la noche fue la presencia de Mikel Izal para recordar el homenaje a Supersubmarina que ya hiciera vibrar a los asistentes a la plaza del Trigo en la pasada edición del Sonorama.
La fiesta de despedida del año de Sidonie empezó con un tema de su último disco, ‘Os queremos’, para ir luego soltando pieza a pieza todo su arsenal sin descanso: ‘Nuestro baile del viernes’, ‘Costa azul’, ‘Fascinado’, ‘Siglo XX’, ‘Yo soy la crema’ y un guiño a ‘El peor grupo del mundo’ a través de ‘Atragantarnos’, una canción que como Marc admitió no suele tener cabida en los festivales. Una alegría que la trajeran para vestirla de gala en su fiesta prenochevieja.
A continuación continuaron con su clásico karaoke con ‘No sé dibujar un perro’; si algo llamó la atención en este concierto fue la gran cantidad de familias con niños que presenciaron el concierto y sin duda fue uno de los momentos más felices para los más pequeños de la sala. ‘En mi garganta’, ‘LN Granada’ de Supersubmarina, ‘Por ti’ y ‘Giraluna’ siguieron poniendo la nota emotiva a la noche.
Continuaron repasando sus últimos hits de 2017 con ‘Los coches aún no vuelan’ y ‘Fundido a negro’ para recuperar luego una canción antigua de la trayectoria de Sidonie que ya pudimos disfrutar durante este año en algunos de sus conciertos: ‘Feelin’ down’. ‘El bosque’ con varios problemas de sonido y ‘Carreteras infinitas’ cerraron la tanda.
El bis obligado llegó. ‘Un día de mierda’, que el público ya había coreado antes, ‘El incendio’ y ‘Estáis aquí’ fueron el final de fiesta donde no faltaron ni los calzoncillos rojos (que no dudaron en enseñar), ni el confeti ni los bailes hasta el amanecer en la fiesta posterior al concierto.