HVOB presentó su directo, por tercera vez este año en Barcelona, en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona

Texto: Mariona Gil
Fotos: Martín Rolando

No los conocía ni los había escuchado hasta que empezaron los festivales en Barcelona. Verano es sinónimo de música sin parar, conciertos solapados y una larga lista de grupos por descubrir. Y así fue, los vi en directo en el Sonar y me calaron hondo.

HVOB (Her Voices Over Boys) formado por los austríacos Anna Müller y Paul Wallner fusionan el deep techno con el sonido pop melancólico que podría recordar a algunos a The XX. La voz de Müller sobre una base electrónica con estructuras minimalistas les da al conjunto algo especial. Los dos músicos empezaron a trabajar juntos en 2012 y se han consolidado como una de las formaciones más interesantes de la electrónica pop europea.

Y llegó el día. Por tercera vez en este mismo año, HVOB volvía a Barcelona para seguir con la gira de presentación de su tercer álbum “Silk”. Un álbum escrito y producido por ellos mismos con la colaboración de Winston Marshall (Mumford & Sons) que fue lanzado en marzo de este mismo año debajo el sello de Tragen Record y que los ha llevado por 15 ciudades europeas.

Sobre el escenario, empezaron a sonar las primeras notas de Attention, su segundo álbum “Trialog” y la voz de Müller inundó la sala. Era un anuncio de sus intenciones para esa noche, íbamos a disfrutar de algo grande. Tema a tema el concierto fue cogiendo fuerza y la combinación de sonido, luces y audiovisuales era un espectáculo que el público lo estaba disfrutando intensamente. Marshall salió al escenario para tocar Torrid Soul y The Blame Game. La voz de Müller y Marshall unidas, con la guitarra y los beats electrónicos dan al tercer álbum un nuevo y oscuro sonido que te transporta. HVOB hizo un repaso de los temas del nuevo álbum sin dejar de lado canciones como Azrael, Ghost, o Cool Melt que desataron la euforia entre el público que bailó sin parar. Y terminaron con Dogs, del anterior álbum, donde la gente bailó sin complejos cerrando una gran noche.

HVOB tiene un poder hipnótico, los beats orgánicos, elegantes y sutiles fluyen y te rodean con cada tema. La puesta en escena, la voz suave, sensual y profunda de Müller y Marshall, el sonido de la batería y las imágenes proyectadas durante casi las dos horas de concierto no dejaron a nadie indiferente.

En una entrevista dijeron que “La música y la celebración no tienen que ver con la raza, la nacionalidad, el idioma o la cultura, parece que se trata de algo diferente… la música parece ser más grande que todo eso” y así lo demostraron este jueves pasado. La música nos unió en la Sala 2 de Razzmatazz para disfrutar una vez más de los austriacos.