Bilbao y Gijón han sido dos de las paradas de la gira española de Luna con su último trabajo ‘A sentimental education’
Con un repertorio muy diferente en cada uno de los dos conciertos a los que asistimos de su gira de ‘A sentimental education’ (que también les ha llevado a San Sebastián, Santander, Madrid, Barcelona o Valencia, entre otras ciudades) Luna demuestra dos cosas: su solvencia musical está fuera de toda duda y el público no se ha olvidado de ellos.
Kafe Antzokia Bilbao (13.10.2017)
G. Martín
‘Postales negras’ de Dean Wareham es un libro que narra las desventuras de Luna durante su carrera y nos ayuda a entender (o intuir) multitud de aspectos de lo que puede ser una banda. El músico estadounidense (anteriormente con Galaxie 500 y Dean & Britta) atesora una experiencia no sólo profesional sino también vital que permite acercarse de forma casi voyeur al universo de Luna desde dentro, pero también a la industrial musical y la cara más oculta de ésta, la que no brilla tanto.
Este libro sirve como acercamiento al universo sonoro de la formación, que sobre las 23:20 horas saltó al escenario del Antzoki. Habían pasado 16 años desde aquella fiesta de presentación del FIB en este mismo lugar; con unos cuantos años más, nosotros y ellos, y tras una torpeza inicial al subir las escaleras volvieron a demostrar que se desenvuelven perfectamente en lo musical, pues sobre las tablas siguen igual de estáticos que entonces.
Esta vez venían en formato cuarteto con una gran Rita Phillips al bajo, sin duda una de las interpretaciones más destacadas de la noche. El sonido durante su concierto fue muy nítido, (aspecto del Antzoki que suele ser una garantía) y con poco más que algún ajuste sobre la marcha en las guitarras y ningún problema con las voces el evento transcurrió con normalidad.
Su actuación venía precedida de la de Grande Days como teloneros y duró alrededor de una hora a la que se añadieron dos bises. Las versiones de su último disco mandaban pero el público una y otra vez solicitaba los himnos de antaño. ‘GTX 3’, ‘Sideshow by the seashore’, ‘Malibu love nest’, ‘Fire in Cairo’, ‘Bewitched’ y ‘This time around’ formaron parte del primer round. A continuación vendrían ‘Still at home’ y ‘Gin’, versión de la canción original de Willie Loco Alexander. Tras un arranque fallido de ‘Bobby Peru’ (y un gruñido de Dean) terminaron de conquistar a la audiencia más adulta. A las 00:50, fin del show.
El cuarteto donostiarra que ejerció de telonero para Luna merece también unas palabras por su calidad el pasado viernes. Grande Days debutaban en el Antzoki agradeciendo la oportunidad de abrir para una banda como ésta. Si en el resto de la gira esta misión ha correspondido al valenciano Ramírez Exposure, en el concierto de Bilbao pudimos disfrutar de una formación muy adecuada para preceder a los estadounidenses. Recordando por momentos a grupos como Low o Mogway por la riqueza de atmósferas y pasajes instrumentales, su concierto fue toda una oda a la evasión y con una gran capacidad para hacer que el espectador se sumergiera en su propuesta musical. En algunos momentos el murmullo general prevaleció sobre el fino sonido post rock de la banda, que tocó durante una hora, y aunque con un sonido selecto y quizá no para todos los públicos, fueron una grata sorpresa por sus líneas de bajo, sus intrusivos toques de batería durante los pasajes más tranquilos y los largos interludios instrumentales. Un gran acierto para presentar a Luna.
Teatro de la Laboral en Gijón (14.10.2017)
R. García
El repertorio elegido para su siguiente concierto dentro de su gira española fue muy diferente al del día anterior, con escasas coincidencias. ‘This time around’, que ya sonara en el Antzoki, fue la canción de apertura en las tablas del teatro de la Laboral con un aforo más bien escaso y entrado en años. Habrá que ver si la vuelta de Luna supone también una reconexión con las nuevas generaciones, por ahora la banda disfruta de cierto halo de culto y puede permitirse sacar un disco de versiones como el reciente ‘A sentimental education’. Divertimento o no, lo que está claro es que habrá que esperar a conocer a la actual Luna, más allá de sus piezas instrumentales de última hornada, para ver qué nos depara.
‘Chinatown’, que nos retrotrajo a 1995 y su álbum ‘Penthouse’, del cual también interpretaron la elegantísima ‘Lost in space’, ‘Tracy I love you’ (Pup Tent, 1997), ‘Malibu love nest’ de su disco ‘Rendezvous’ (2004) o ‘Friendly advice’ (Bewitched, 1994) se entremezclaron con versiones de su último trabajo discográfico, como la que hacen de la canción de The Cure ‘Fire in Cairo’, ‘Gin’, ‘Car wash hair’ de Mercury Rev (de cuyo rock psicodélico pasan a un intimismo sorprendente) o la fantástica ‘Friends’ de The Velvet Underground que en la voz de Wareham se mantiene como anillo al dedo.
Tras un breve descanso, Luna salió de nuevo al escenario y cedió el protagonismo a su bajista Britta Phillips (50% de Dean & Britta junto a Wareham) quien interpretó ‘One fine Summer morning’ de su álbum en solitario ‘Luck or magic’ y dejó un estupendo sabor de boca pero con ganas de mucho más. ’23 minutes in Brussels’ fue el punto final a poco más de una hora de concierto, sin teloneros, cuando aún no eran las 22 horas, lo que en horario español es poco menos que una rareza.
Nada que objetar a la elección de los temas, con un más que amable reparto entre clásicos y versiones; sí a la duración ya que podría haber dado para más, quizá alguna concesión más para el público como ‘Bonnie and Clyde’, pero pese a su brevedad, fue un buen concierto en todos los aspectos. Hará falta saber más de los caminos por los que transitará próximamente Luna para que la nostalgia no se nos pegue a los zapatos.