El ciclo de #complicesdemahou ha dejado un buen número de conciertos especiales en la geografía española. Ayer era el turno de Oviedo, quien acogió la cita con Sidonie y León Benavente, mano a mano. Ocurrió en la sala Estilo, decorada para la ocasión, con el público sentado y un formato que permitió disfrutar como pocas veces del directo de dos grupos que poca presentación necesitan ya.
Aunque presentador sí que hubo: Alberto Rodríguez, showman asturiano harto conocido por su participación en diversos programas de la televisión autonómica, puso la nota de humor que sirvió de hilo conductor para introducir los conciertos. Había ganas y muchas de ver qué deparaba esta cita patrocinada por la marca cervecera y me atrevería a asegurar que pocos salieron defraudados. No al menos los que echaban en falta disfrutar de los artistas sin gente hablando, fumando o cámaras en alto durante todo un concierto. Si algo consiguieron los organizadores fue eso, lo deseado: un público atento, coreando las canciones, sin teléfonos ni distracciones. Para ello, varios fotógrafos de la organización se encargaron de grabar vídeos y sacar fotos de varios momentos de ambos conciertos que colgaron a continuación en su web para disfrute de los asistentes. En definitiva, una buena idea donde dejar todo el protagonismo a la música.
León Benavente, el león dormido
Le tocó a León Benavente la casi siempre difícil tarea de arrancar motores, pero en este caso no fue así porque los ánimos venían ya preparados y a los primeros acordes de ‘Celebración – Siempre adelante’ todos respondieron a una. ‘Tipo D’, autoproclamado hit, ‘La ribera’ o ‘Ánimo, valiente’ sembraron el entusiasmo y sonaron con fuerza sosegada, más nítidas que en otras ocasiones beneficiadas por la acústica y el ambiente más tranquilo de lo habitual para lo que nos tiene acostumbrados esta formación. A continuación, hicieron una adaptación de un tema de su primer disco, ‘Estado provisional’, y el ‘Todos contra todos’, donde lució especialmente este formato, ganando una energía desorbitada, poniendo el contrapunto a la canción anterior, más intimista también que la del disco.
Tras permanecer sentados todo el concierto, León Benavente se levantó para interpretar ‘Ser brigada’ con la energía desbordada. Y se desató la batalla.
Sidonie: ¿quién dijo que todos sentados?
Los propios León Benavente fueron los encargados de presentar a sus “compañeros de carretera”, Sidonie. Qué mejor manera que hacerlo juntándose ambos sobre el escenario para interpretar ‘Revolución’, primer gran momento de la noche donde lo más esperado era sin duda la colaboración de ambas formaciones habida cuenta que no resulta difícil encontrarse a cualquiera de los dos, pero verles interpretar canciones del grupo contrario era una rareza digna de contemplar.
Con Axel a la batería cojo por una caída ocurrida el día anterior, Sidonie no escatimó en desparpajo como es habitual y arrancaron con ‘Carreteras infinitas’, su himno al pop y a los grupos patrios con mención especial a Supersubmarina. ‘El peor grupo del mundo’ y la siempre bien recibida ‘En mi garganta’ fueron los siguientes temas escogidos para interpretar en este directo íntimo en cuanto a número de público, aunque Sidonie no se conformó con que los espectadores permanecieran en sus sillas y rápidamente cambiaron a sus particulares juegos: ocurrió con una de las canciones mejor acogidas de su nuevo álbum, ‘No sé dibujar un perro’, para la cual dos mujeres del público salieron al escenario portando cartulinas con la letra de la canción a modo de karaoke.
Marc Ros también tuvo palabras para Freddie Mercury en el aniversario de su fallecimiento y tras ello, un apoteósico ‘Un día de mierda’ levantó al público con los integrantes de la banda mezclados con el público, un gesto que dice mucho de la forma en la que Sidonie disfruta de cada concierto y transmite esa energía a sus seguidores.
Los ánimos se volvieron a apaciguar con vuelta a sus sitios con la interpretación de ‘Por ti’, pero poco duró la tregua. ‘El incendio’ y ‘Estáis aquí’, con tintes del ‘Radio Ga Ga’ de Queen, se encargaron de ello. Una canción hecha para el directo, con elementos perfectos para ser coreada por el público y que tanto juego da a la banda barcelonesa.
El público esperaba la fusión de grupos tras el momento álgido de ‘Revolución’ y llegó al fin con ‘El bosque’, una canción del álbum ‘El fluido García’ de Sidonie que vino como anillo al dedo a León Benavente; la voz de Abraham Boba pintó un tanto desdibujada pero la canción encajó muy bien con su banda, impregnada de una oscuridad que resulta familiar para Boba y sus amigos.
El colofón del concierto doble, tras un turno de preguntas abierto al público, ocurrió con ‘Europa ha muerto’ de Ilegales, rescatada por León Benavente en sus directos y en la que Sidonie encajó. Languideció el concierto de más fusión entre ambas bandas, ya que era lo que daba nombre a la cita: cómplices como camaradas que son, pero no tan cooperantes como lo esperado, con más cameos o una mayor mezcla que no se hubiera visto limitada a interpretar una canción de cada.
Pese a ello, una cita para el recuerdo con un formato que muchos estaríamos contentos de repetir para que la música cobre el protagonismo que se merece.