The Strokes nos descubren por sorpresa su último EP «Future Present Past»

The Strokes, una de las bandas más influyentes de los últimos tiempos, ya hace un tiempo que dejaron de ser The Strokes. Cuentan con dos álbumes (de los que destacamos el primero, «Is This It») que entraron directamente en la conciencia de una generación cegada por un estilo que no vino acompañado únicamente de música, sino también de una forma de vestir y un postureo que transformó la escena musical. Casablancas y los suyos cogieron un camino diferente y un tanto confuso. No se puede considerar que los álbumes que precedieron a «Room on Fire» fueran malos, ni mucho menos, quizás el enfoque o más bien las ideas no fueron las adecuadas. Digamos que el tipo de público que esperaba lo mismo que llevaba escuchando durante los años anteriores se iba disipando poco a poco, también se podría decir que estilísticamente, cuestión de gustos. Sin ir más lejos, no hay que mirar mucho hacia atrás, Julian Casablancas en el Primavera Sound 2015 es un buen ejemplo del cambio.

Se podría decir que The Strokes ha ido probando diferentes fórmulas a través de varias etapas sin querer abandonar la que les dio el éxito. Con un resultado irregular y más bien poco destacable, los neoyorquinos han ido viviendo del pasado realizando grandes temas que son difíciles de quitarte de la cabeza, pero que están vacíos de algo que echamos en falta.

Pero aquí entra en juego algo curioso y nos hacemos la pregunta: ¿por qué nos siguen gustando tanto The Strokes? Quizás porque sus canciones perduran y parece ser que perdurarán siempre. Cada tema nuevo que presentan nos lleva a recordar, por un momento, a aquellos minutos de gloria del pasado que tanto nos gustan. Con «Future Present Past», el nuevo EP, los americanos se han puesto las pilas y ofrecen tres temas más que destacables, quizás lo mejor que han sacado en mucho tiempo. Tres canciones que nos llevan a aquello que describíamos más arriba: por un momento nos teletransportamos al pasado pero, esta vez, sin despegar del presente. Eso sí, tampoco nos llevan a presagiar el futuro. Parece ser una nueva búsqueda de oyentes. Veremos qué ocurre porque todo nos ha cogido por sorpresa.

«Drag Queen»: Abre el EP de la mejor forma, con tonos futurísticos y una letra de protesta social muy apropiada para los tiempos que vivimos. Pegadiza a más no poder, con un estribillo potente y un final de subidón total. Cabe destacar la lucha vocal que existe en esta canción: parece que Casablancas se crea sus propias conversaciones a dos o tres voces. Una gran pieza.

«OBLIVIUS»: Es la pieza que más nos recuerda a la etapa de cambio del grupo, sobre todo de inicio, ya que se presenta con unas guitarras con destellos más pegadizos y comerciales. Podría ser el reflejo del estado en el que se encuentra el grupo hasta la fecha. Poco a poco la canción se va desarrollando y termina convenciendo. Cuanto más se escucha, más se engancha. Al final de este EP se incluye el remix que rompe con la globalidad de las tres canciones: parece una ampliación de campo.

«Threat of Joy»: Podría ser su canción más identificable. Vuelve la dejadez vocal y la repetición musical. El tema que más recuerda a la banda en su más puro estilo inicial. Y viene con polémica ya que su recién estrenado videoclip llega después de la censura de la realización de «OBLIVIUS».

Tres pistas que nos llevan al título del EP, «Future Present Past». O al menos esa es la sensación que nos da.