El sueño español’, el regreso de F.R.A.N.C.O.

Una canción puede tener más de una lectura, más de un objetivo. Pueden hacernos bailar, emocionarnos, reflexionar o reír. O varias de ellas a la vez.

No es incompatible entretener y dejar un mensaje, llevarnos a reflexionar sobre la actualidad. Aunque puedan parecer para algunas personas conceptos distintos, el humor es útil como instrumento reivindicativo.

Esa es la visión que tienen de la creación musical los chicos de F.R.A.N.C.O.: que bailemos, que nos riamos, pero sin olvidar la actualidad política y social el país. La parodia, la crítica pueden convivir con ritmos electrónicos y guitarras eléctricas.

El título del disco “El sueño Español” no es causal. A través de sus seis canciones, estos chicos tratan de dar un repaso a la situación de España, realizando una disección de los problemas que a cualquiera de nosotros nos resultan cercanos, quitándole el aire serio y trascendente que podrían tener, gracias a la ironía.

La corrupción, las puertas giratorias, los discutibles principios que manejan hoy en día muchos españoles, en torno a la “fama” y la cultura de la estupidez como valor, alentada por los medios de comunicación, desfilan por este EP.

Incluso se atreven, temerarios ellos, de abrir el fuego con el tema “Cabeza de Cartel”, un ataque bastante directo contra los festivales, templos de la música Indie, en algunos casos convertidos más en empresas de imagen y parques temáticos que en lugares donde disfrutar de música de calidad.

Como decía, el foco principal de sus cuchillos dialécticos recae sobre la corrupción, en sus diversas formas. Sin discurso de carnet, ninguno de los partidos tradicionales se salva, sus representantes más significativos aparecen retratados en “Iberduero” o “Caso Himalaya”.

También nos hablan de un tema delicado, sensible al barniz del humor como es el de los asesinos en serie, en “Siempre saludaba”. Está claro que para ellos no existen líneas que no puedan cruzar.

Por último, mencionar un tema con un marcado carácter nostálgico, al menos para los que somos futboleros: “Rivaldo”. A pesar de ser del Madrid, admito que la imagen del jugador con chaqué le pegaba a la perfección.

Más pistas sobre su carácter contestatario y bastante gamberro las encontramos en su propio nombre: F.R.A.N.C.O. La referencia no puede ser más obvia e intencionada. Lenguaje directo, dardos afilados y música bailable. Buena combinación.