Otro 8 de diciembre, 35 años después de su asesinato, se suceden los homenajes a John Onno Lennon, figura vital de la música del siglo XX
Tanto se ha escrito ya de lo sucedido entonces, cuando el ex beatle más reivindicativo fue disparado por la espalda frente a su casa, que recordar un 8 de diciembre más tan lamentable suceso no deja de sonar repetitivo e inútil.
Sin embargo, creo que lo tiene esta fecha de particular, más allá del homenaje, es que permite repasar cuán vigente sigue su obra. Su tono político y feminista sigue en boga tres décadas después y eso es verdaderamente lo que hace replantear que su legado fue mucho más que un buen puñado de canciones.
Más allá de idolatrar al mito o convertirlo en un santo que nunca fue (lejos de ello está, desde luego, con una vida llena de idas y venidas), lo que hemos venido a hacer hoy es a recordar algunas de sus canciones, aquellas por las cuales merece seguir en el panteón de dioses musicales. ¿Empezamos?
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John, el beatle que creció antes
‘Norwegian wood’ es una canción firmada por Lennon (frente a una gran mayoría de temas que sistemáticamente se firmaban como tándem con McCartney) perteneciente a ‘Rubber Soul ‘ (1965) en la que se desprende una mayor madurez musical. En ella se relata una cita más allá del ‘holding hands’ al que tenían acostumbrado a su público. Sin embargo, como en un buen número de temas de The Beatles, el trabajo en equipo enriqueció esta canción. Así lo contaba el propio George Harrison: «Compré un sitar barato (…) No sabía realmente qué hacer con él. Pero cuando estábamos trabajando en ‘Norwegian Wood’ necesitaba algo. Fue algo espontáneo… Lo tomé, busqué las notas y comencé a tocarlo. Lo grabamos y dimos justo en el clavo».
2. El auge de la psicodelia
También dentro de su etapa beatle, la canción de 1967 fue grabada para el álbum ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.’ y la polémica siempre giró en torno a ella (las siglas de la canción corresponden a LSD, lo que explicaría las visiones oníricas que se describen en la canción). Sin embargo, The Beatles siempre afirmaron que fue un dibujo del hijo de Lennon, Julian, quien les dio la idea de este tema y también que vino inspirada de la popular historia ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Bueno, The Beatles nunca negaron que consumieran drogas, ¿verdad? Así que probablemente la versión más naif de su origen estuviera en lo cierto.
3. Nada va a cambiar mi mundo
Era el final de The Beatles, una ruptura esperada en la que cada miembro del grupo aspiraba a seguir su camino y con una relación deteriorida con el paso de los años, pero eso no significó que éstos siguieran elaborando temas imborrables como es el caso de ‘Across the Universe’, una canción que se incluyó en el álbum ‘Let it be’ pese a ser algo anterior. Phil Spector hizo de las suyas y añadió algunos detalles como el tema del coro (¿angelical?) que no terminó de convencer a Lennon; en cualquier caso, la canción sigue manteniendo su espíritu e incluso ha sonado en el espacio exterior; concretamente, el 5 de febrero de 2008, a las 00:00 UTC, cuando la NASA la transmitió en dirección a la estrella Polaris, que se encuentra a 431 años luz de la Tierra. ¿Qué habría opinado John de ello?
4. John Lennon, el activista
El debut en solitario de Lennon vino en 1970 con el trabajo ‘John Lennon/Plastic Ono Band’. En él, no sólo reflejó el fantasma que siempre le había perseguido, la ausencia de su madre a lo largo de su vida, sino que también se destapó como un luchador de los derechos de los trabajadores. La canción fue prohibida en Estados Unidos y Australia por el uso de la expresión «fuck».
5. Feminismo y música
Esta canción de 1972 también supone un antes y un después en la trayectoria musical de Lennon. Atrás quedaron las letras de citas más o menos ñoñas, o hablar de uno mismo. Por primera vez, se canta al trato que se da a las mujeres alrededor de todo el mundo. Con un título controvertido por el uso de la expresión «nigger», sin duda es otro de los temas que aún guarda toda la fuerza varias décadas después.
6. El amor por encima de todas las cosas
John Lennon escribió en solitario un buen número de canciones de amor, como ‘Woman’ o ‘Mind games’, que dio título a un álbum. «El amor es la respuesta«, y él lo cantó como nadie.
7. ‘Watching the wheels’, la aceptación personal
«La gente dice que estoy loco haciendo lo que hago. Cuando les digo que estoy bien, me miran como si fuera un extraño». Era toda una declaración de intenciones, pero Lennon estaba dispuesto a seguir con su vida. ‘Double fantasy’ (1980) fue su último disco y en él se apuntaban maneras de una mayor estabilidad personal con canciones como ‘(Just Like) Starting Over’. El sueño se truncó, pero la música siempre estará ahí para recordarlo.