Granada, Palma de Mallorca, Valencia, Bilbao, Madrid, Córdoba y Santiago de Compostela son las primeras fechas cerradas en España por Pink Tones
Pink Floyd es ya parte del pasado. Así nos lo han hecho saber en los últimos tiempos sus antiguos miembros. La reunión de 2005 para el Live 8 fue algo único y según parece irrepetible. A los millones de fans de la banda inglesa sólo nos queda la posibilidad de disfrutar de Roger Waters o David Gimour por separado. Aunque también podemos disfrutar de los shows de los Pink Tones. Y estamos de enhorabuena, pues la gira Steel Breeze tour 2015 vuelve tras el parón del verano con un buen puñado de actuaciones.
Pink Tones es un proyecto para todas las personas que no hemos podido vivir un concierto de los Pink Floyd en directo. Este proyecto lleva más de una década demostrando ser uno de los mejores shows basados en la gran banda inglesa. Respetados y aplaudidos por la crítica y el público, los Pink Tones no son una banda tributo al uso. Sin reinventar las bases creadas por los Floyd, los Pink Tones si que se permiten cambios y arreglos musicales, como la incorporación del Theremín.
El show continúa a partir del 9 de octubre
Tras unos meses de descanso, los Pink Tones vuelven a los escenario este viernes, 9 de octubre en el Teatro Isabel La Católica de Granada. La gira pasará por Palma de Mallorca (16 de octubre, Trui Teatre), Valencia (24 de octubre, palau de la música) y Bilbao (31 de octubre, Kafe Antzokia) antes de llegar a Madrid, donde se espera un gran show en La Riviera (20 de noviembre) y el 27 de Noviembre en Córdoba. De momento, la última fecha confirmada es el 12 de diciembre en Santiago de Compostela (Sala Capitol).
Sin ser el mejor seguidor de los Pink Floyd, reconozco ser un pequeño amante de su sonido. He vivido el show de los Pink Tones en dos ocasiones y puedo decir que son realmente buenos. Pocas bandas pueden ofrecer más de tres horas de buena interpretación musical. Su setlist recoge la gran mayoría de grandes éxitos de Pink Floyd, entre los que nunca falla Comfortably Numb o el más que clásico Another Brick in the wall.