Concierto de The Cyborgs y Hogjaw en la sala Hell Dorado

La noche prometía. Uno no siempre tiene la suerte de poder disfrutar un buen concierto de blues o southern rock a este lado del charco. Hay que entender que ese sonido, tan característico en el delta del Mississippi y en general en el sur de los Estados Unidos nunca ha roto en España. Por eso, cuando se recibe la visita de una banda de calidad de aquellos lares, uno tiene que hacer hueco en su agenda. La velada arrancaría con The Cyborgs, un par de italianos que, con unas pintas más cercanas a Daft Punk que a ZZ Top, tocan un boogie blues clásico, sin aditivos. Y el plato fuerte sería Hogjaw, una banda de southern rock de Arizona que lleva un par de semanas de gira por nuestro país, primera parada de su gira europea.

Una hora después de abrir sus puertas, la sala Hell Dorado presentaba algo menos de media entrada para escuchar una sesión de blues. El duo The Cyborgs salía puntual al escenario. Ataviados con su característica máscara de soldador, Cyborg-1 se puso a los mandos de su teclado y batería mientras que Cyborg-0, que lleva incrustado el micro en la máscara, se colocaba su guitarra. A partir de aquí, el grupo nos dio una hora de blues clásico, sin ningún ingrediente extra. La combinación de guitarra, piano-bajo y batería resultaba más que suficiente para hacer que los que estuvimos presentes nos moviésemos.

The Cyborgs 2015 tour

The Cyborgs

La conexión de The Cyborgs con el público y su complicidad me recordó a los buenos momentos de ZZ Top, eliminando una batería más compleja y haciendo desaparecer los sintetizadores ochenteros. Con unos aires de funky en algún momento y otros en los que parecía que estábamos ante un aprendiz de Muddy Waters,  The Cyborgs aprobaron con nota el ser teloneros de esta sesión de buena música.

Hogjaw cumplieron, pero…

Tras un buen concierto por parte de The Cyborgs, era el momento del plato fuerte de la noche. Mientras el escenario se preparaba para la banda, ésta entraba tranquilamente por la entrada principal de la sala. Hogjaw ya conocía la Hell Dorado tras su visita allá por el año 2011. Tras una visita a los camerinos, a las 00:45 Jb Jones y el resto de la banda salía al escenario dispuestos a transladarnos a un buen bar de Phoenix.

Hogjaw (Sala Hell Dorado, Vitoria-Gasteiz)

Hogjaw (Sala Hell Dorado, Vitoria-Gasteiz)

A partir de aquí, se crea un dilema entre mi cabeza y mi corazón. La voz de Jones, casi tan grande como él (y estamos hablando de un tipo de dos metros) estuvo presente en la Hell Dorado, pero no sonó tan bien como me hubiese gustado. Si que podemos resaltar la habilidad de Jimmy al frente de la guitarra solista. Los solos de anoche sonaron al más puro estilo redneck o boogie. La batería de Kwall y el bajo de Elvis D estuvieron brillantes, especialmente el primero, que tiene presencia vocal en buena parte del concierto.

El setlist recogió quince canciones entre las que se encontraban grandes éxitos de la banda y algunos cortes de su último disco. Mención especial para Country Line, con un solo de guitarra antológico que me recordó a los grandes momentos guitarreros de The Allman Brothers Band. También podría resaltar Junga, otro hit de la banda (y mi favorito) que casi al final hizo vibrar a todos los presentes.

JB Jones (Hogjaw)

JB Jones (Hogjaw)

Tras un primer intento de irse del escenario para intentar hacer la liturgia de los bises, los Hogjaw se encontraron con problemas para salir de allí y dijeron «al carajo». Volvieron a coger sus instrumentos y nos regalaron dos temas más. Tras estos parecía que volvía a repetirse la situación de unos minutos, sólo que esta vez si que salieron del tablado. Las luces se atenuaron y pese a que el público pedía más, Hogjaw decidió que ese era el final de la noche para ellos. Un final algo accidentado, o mejor dicho frío para un concierto correcto, con buenas dosis de guitarras sureñas pero que no resultó perfecto. Pero sería injusto decir que fue un mal concierto. Sin duda fue una bonita noche de blues y southern rock, con unos teloneros que resultaron muy interesantes y con una banda que cumplió y se fue con la cabeza alta.

Sólo me queda agradecer a la sala Hell Dorado el haber organizado una buena sesión de música americana.