Y rugieron las flores en la Sala But
Crónica: Sonia Taravilla
Fotos: Fabiola Campaña
Sábado 8 de Mayo – Madrid. Una multitud se agolpaba ante la puerta de la madrileña Sala But (Ocho y medio Club) para asistir al concierto de la banda de Getxo, McEnroe. Era la primera vez que estos magos de la intensidad sónica presentaban en directo su recién alumbrado retoño musical, ‘Rugen las Flores’, y nadie quería perdérselo.
Aunque la expectación era muy grande entre el público, más de la mitad de la sala ya estaba llena a eso de las 20.45, los teloneros Autum Comets supieron caldear muy bien el ambiente y amansar al respetable con su directo intenso y arrollador. Entre el setlist de estos madrileños se colaron, entre composiciones más antiguas, algunas de las canciones que formarán parte de su próximo álbum, el cuarto en su carrera, previsto para finales de año.
Tras el directo de los teloneros, que estuvieron más que a la altura y nos dejaron con ganas de verles en directo nuevamente, se subían a eso de las 21.45 los cinco componentes de McEnroe. Unos acordes de guitarras y unos toques de batería precedían al instrumento más importante de McEnroe, la voz de Ricardo Lezón quien comenzaba a entonar eso de “caminabas junto a mí por el centro de Madrid…” . Empezar con ‘La Palma’ no solo fue un acierto por parte de la banda, sino que se metieron en el bolsillo a la afición madrileña que no paró de aplaudir y ovacionar a los bilbaínos desde el inicio hasta el fin del concierto.
Tras ‘La Palma’ llegaba ‘Cae la noche’, canción extraída de su nuevo álbum ‘Rugen las flores’, y que a pesar de tener pocos días de vida era coreada por los asistentes. Tras esto, Ricardo que es poco de hablar, saludaba al público y decía “es una pasada estar aquí y ver a tanta gente”. Ricardo estaba emocionado, eso se notaba, pero la voz no le temblaba en ninguna ocasión y encadenaba un tema tras de otro logrando crear una experiencia sensorial que solo se logra con un puñado de buenas canciones y con una voz como esa.
El concierto proseguía y solo las canciones de McEnroe lograban mantener al público en silencio. Sonaban canciones nuevas como ‘Coney Island’, ‘De Madrugada’, ‘Caballos y Palmeras’, ‘El Puente’ o ‘Rugen las Flores’ y otras de su anterior repertorio como ‘Los Valientes’, ‘, ‘Tormentas’, ‘Vistahermosa’ o uno de los himnos de la banda, ‘La cara noroeste’.
Para los primeros bises, se reservaron dos temas: ‘El Sur de Mi Vida’ y la canción que cierra ‘Rugen las flores’, ‘Vendaval’. Como el público quería más, y aunque ellos ya habían medio recogido los instrumentos, salieron nuevamente y tras unas palabras de Ricardo sobre una lectura de Tarot y la esperanza se despedían con ‘En mayo’.
En líneas generales fue un concierto muy bien llevado, hubo cambios de guitarras, agradecimientos a Subterfuge por apostar por su música, ovación del público en cada uno de los temas y hasta alguna que otra broma por parte de Gonzalo cuando el publico silbó a Ricardo al quitarse su camisa “parece Justin Bieber’, dijo y Ricardo sentenciaba “Sí, el abuelo”.
Un directo de McEnroe es muy más que un concierto, se trata de una experiencia mágica en el que canciones con fuerte carga emocional y envolventes tejen un mapa sonoro único y logran crear una atmósfera singular. Si bien son un grupo aparentemente “tranquilo”, no son tal sus canciones que son capaces de crear una gran intensidad emocional y sacudir a la afición. Saben conectar con su público y llevarles hacia ese lugar de recuerdos en el que ‘Rugen las flores’.