La noche en la que Vetusta Morla y Bilbao se hicieron eternos

Crónica: Silvia Bergillos          
Foto: Gonzalo Iza

Víctor Cabezuelo - Rufus T. Firefly

Víctor Cabezuelo – Rufus T. Firefly

Bilbao – 1/5/2015 – BEC. Brindemos por la música y los grandes logros. O los logros, a secas. Y es que el pasado viernes en el BEC la música se hizo grande. Antes de dar comienzo a la noche y su correspondiente deriva, el escenario fue testigo del buen hacer de Rufus T. Firefly. Los de Aranjuez bordaron sus canciones, sus letras y sus ganas. «El Séptimo Continente«, perteneciente a «Ø«, fue el tema elegido para su presentación ante el público que poco a poco se iba acercando a la cita con Pucho y los suyos.

Víctor Cabezuelo y el resto de la banda disfrutaron como enanos -sus caras lo decían todo-, y en todo momento dejaron constancia de lo felices que eran por tocar en Bilbao y dieron las gracias infinitas veces a Vetusta Morla por dejarles ser sus compañeros de camino en esta gira especial de «La Deriva«.

Ahora sí. Llegaba el momento, su momento. Los de Tres Cantos saltaban al escenario con total puntualidad y ovacionados por la muchedumbre que les esperaba para dejarse las gargantas coreando sus canciones. «La Deriva» fue la encargada de encender a todo el recinto, y a ella le siguió la magnífica «Lo que te hace grande«.

Pucho - Vetusta Morla

Pucho – Vetusta Morla

Es de sobra conocido el trabajo que llevan todas y cada una de las letras de todos los álbumes de esta banda. Y ese trabajo se ve recompensado en el directo. Donde el público las hace suyas. Las canta y las disfruta. Las salta y las llora. Y las lleva de nuevo al setlist actual, como es el caso de «Boca en la tierra«, que ha vuelto a los escenarios por petición popular. Así lo explicaba Pucho, quien hacia movimientos múltiples, bien aporreando los timbales o bien al son de la pandereta, en cada tramo del concierto, asegurándose así que los allí presentes le acompañaban a base de brincos.

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También hubo guiños especiales a sus primeros discos y esas significantes canciones que marcarían un camino a seguir. Y los guiños venían acompañados de dedicatorias como la de «Copenhague«, en la que se refiere a los viajeros que se encuentran presenciando su concierto, a esos a los que descubren lugares sin nombre.

Doble bis para ir cerrando el show. Un show que estaba repleto de un juego de luces impecable, y a eso hay que añadirle la pantalla que presidía el telón de fondo en la que se proyectaban las ilustraciones ya tan familiares de Vetusta Morla o imágenes del concierto en directo.

Vetusta Morla

Vetusta Morla

«Año Nuevo«, «Valiente«, «El hombre del saco» y «Los días raros«. La traca final de donde nadie quería irse. A donde todos quieren volver.