Mi Capitán presentó en Madrid su primer disco Drenad el Sena

Crónica: Ana de Santigo
Fotografías: Javier García

Viernes 8 de Mayo – Madrid. Potentes rasgueos de guitarra junto acompañados de una fuerte percusión abren el concierto de Mi Capitán, con una versión de «Algo Inesperado» que conseguiría poner en pie hasta a los muertos. Marcarían así la tónica que seguirían durante todo el concierto, y es que como dijo el propio Gonçal Planas (vocalista): «llevamos tres meses, tenemos hambre y creemos que vosotros también«, y no se equivocaba. A pesar de no haber hecho sold out, la Sala Penélope se llenó con los acordes del grupo unidos a las voces que coreaban todas y cada una de sus canciones. No iban a dejar que el ritmo ni su público decayese, y a golpe de guitarra y movimientos de pelvis de Gonçal que nada tienen que envidiar al mismísimo Elvis, siguieron con «Asalto a la Cosa Blanca».

Suenan los primeros acordes «calmados» de la noche con «El Coleccionista», para más tarde acabar con los riffs característicos de este grupo que les llevarían, tanto a ellos como al público, al climax. Como ellos mismos apuntaban, hace poco salió el videoclip de este tema, el cual prácticamente lo habían organizado vía whatsapp. Además pidieron un aplauso para Pérez y Stein, productores del vídeo. Tras este tema explicaban, que grabaron el disco en septiembre del año pasado durante nueve días y buscaban que quedase grabada la fotografía del momento. Agradecieron a todo el equipo que tuvieron y tienen detrás, su apoyo.

Explicaban también que todo lo que son hoy es la consecuencia de haber podido grabar un disco gracias a una canción como «Es Suave La Voz» (que tocarían más tarde) y que este bolo era muy importante para ellos: «Tenemos ganas de llevaros a otro sitio, de que este concierto sea un lugar en el que podáis bailar, en el que podáis cantar, en el que pase aquello de sonreír y de decir ‘joder, pues me lo he pasado de puta madre’ «, y sin duda alguna, lo consiguieron gracias a regalarnos los oídos con canciones como la inédita «Fuegos Artificiales». Como ellos mismos apuntaban, llegaba el momento de oscuridad del concierto con «La Sed», seguida de una prácticamente inaudible, debido a problemas técnicos con el micrófono, «Sin Mirar Atrás/Puerto Banús». De esta última canción dieron instrucciones para escucharla y/o grabar un videoclip «en condiciones»: «esta canción te tienes que poner un porro, un cubata, meterte en el coche, ponerte la canción, ponerte un tiro, empezar a conducir y ponerla en replay hasta el infinito«.

Llegamos a la mitad del bolo pero las ganas seguían siendo las mismas que con las que empezamos, tanto el público como la banda, o incluso más. Mientras, entre canción y canción vimos cómo al cantante le interesaban tanto la respuesta como la atención de su nuevo trabajo, preguntando así sobre el disco y charlando de tú a tú con su público, aunque era obvio que los que querían presenciar el directo eran aquellos que habían sido atrapados por la grabación y la respuesta fue positiva. Así llegaban «Yo, Bitch» y la «balada» del disco, «El Ciego»; con una conexión especial entre el grupo y el público que se palpaba en la atmósfera que creó esta última canción.

El concierto estaba rozando su final, pero Mi Capitán no podían marcharse sin antes llevar a su público al éxtasis con «Es Suave la Voz», que sonó más fuerte que nunca en la sala y nos contaron sus Millones de Palabras, antes de «fumar un piti y volver» con una versión de «Alta Suciedad» de Andrés Calamaro. Tras ella, Julián Saldarriaga, dijo que aún les faltaba un disco para destrozarnos pero sin lugar a dudas acabaron por ejecutarnos con el tema que abre el disco y que, según los propios componentes del grupo, es una auténtica declaración de intenciones: «Acaba con Él». Y así, al grito de «no dejéis que pisen nunca«, pusieron fin a una noche que iba a sentar las bases de lo que de ahora en adelante serán Mi Capitán.

Sin duda alguna, Mi Capitán nos está atrapando y cada vez más están formando parte de su gran colección. No dejéis de mirar hacia arriba, pues ellos pueden elevarse hasta los cielos, y así esperamos que lo hagan.