La llegada de Joanra (Love of Lesbian) y Jordi Montero ha dado nuevos bríos al mítico Fotomatón
Por: Miguel Chorusman
Fotografías: Aby Caleidosferica
Para quien no conozca el Fotomatón, hablamos de uno de los bares musicales más carismáticos de Madrid. Su ubicación en la calle San Bernardino – a la espalda del edificio España – en pleno corazón de la capital, junto a zonas tan míticas y culturales como Conde Duque, el conservatorio Amaniel o la escuela superior de canto de Madrid, lo convierte en el espacio perfecto de reunión de músicos y amantes del género.
Desde la llegada de Joanra (bajista de Love of Lesbian) y Jordi (músico con infinidad de colaboraciones) el Fotomatón se ha revitalizado. Su estructura es prácticamente la misma pero los cambios estéticos saltan a la vista: una vitrina con libros musicales a la venta, la máquina recreativa del Super Sprint con partidas gratuitas o la Tap Machine de Jägermeister, omnipresente en toda barra que se precie, hacen del espacio un lugar tan singular como acogedor donde quedarse a disfrutar.
Gustavo, afanado barman del Fotomatón desde hace años y otra de las claves del buen ambiente del bar, nos prepara un coqueta mesita con cuatro sillas donde comenzamos esta charla con Joanra, Jordi y Alfonso:
¿Recordáis como fue el día que os hicísteis socios de Alfonso? Si mi información no me falla fue una noche de farra.
Jordi – Fue una tarde, ¡no fue ni siquiera una noche! que es más triste.
Alfonso – Una tarde-noche.
Joanra – Después de una paella en casa de Jordi.
Jordi – Yo había quedado aquí con Alfonso para comentar unas historias que queríamos montar y habíamos hecho una comida con Carmona, Joanra y yo en casa y me dijeron “venga va te acompañamos” vinimos y ya ni siquiera tratamos lo que teníamos que tratar. Alfonso nos dijo “que traspaso esto” y dijimos “ah ¡pues nosotros!”.
Joanra – Y después de unas cuantas cervezas y tal al día siguiente me acuerdo que llamé al Jordi y le dije: “ostias, creo recordar que me he liado para ser socio de un bar” y me dijo “sí, creo que nos hemos liado” y así fue.
Y tú Alfonso ¿cómo te quedaste después de la noticia
Alfonso – Pues contento… liberado, relajado, casi en éxtasis.
(risas)
Te hubieses imaginado alguna vez que serían ellos los que aceptasen la propuesta?
Alfonso – Pues no, pero surgió y la verdad es que ha salido todo muy bien.
Y ahora habéis convertido el Fotomatón en un lugar de encuentro cultural con la venta de libros de música, las clases de guitarra, la paella de los domingos… como un «centro musical».
Jonra – Esto no deja de ser un bar, un negocio, pero sí, todo lo que hacemos son temas enfocados a la música. Los conciertos, las sesiones de Djs pero también podemos hacer monólogos de humor…
Jordi – … Microteatro se ha hecho también, que ya se hacía antes de que nosotros llegásemos pero se sigue haciendo de vez en cuando.
Joanra – Es un sitio en el que la gente que tiene inquietudes, digamos afines a nosotros, pues tiene un centro bonito para reunirse a tomarse unas cervezas.
¿Hay establecida una programación semanal?
Jordi – Hay una programación bastante estable, cerrada incluso a dos o tres meses vista. Los lunes son clases de guitarra, martes por lo general se cierra a no ser que haya algo concreto, el miércoles y jueves, alguna vez hay conciertos y sino ponemos partidos de fútbol o lo que haga falta y viernes y sábado casi siempre hay concierto y un domingo más o menos al mes hay paella.
El tema de la paella me interesa, me parece una idea muy original
Jordi – Pues se hace cada mes o mes y medio e invitamos a paella a quién la quiera venir a comer y hacemos una sesión vermut entre colegas.
Joanra – Y colegas de colegas, y se junta un ambietito muy bonito la verdad. La excusa es la paella para juntarse con amigos.
¿Teníais experiencia anterior en regentar un bar?
Jordi – Yo de pequeño con 16 años trabajé en un bar de un mercado en mi pueblo. Esa es mi experiencia dentro de la barra, está claro que fuera de ella tengo mucha más.
(risas)
Alfonso – Él en ese bar elegía la emisora de la radio, hacía de Dj del mercado.
¿Cómo funciona este matrimonio a tres que habéis formado?
Alfonso – Pues ellos llevan el grueso, yo me he desvinculado prácticamente del todo y hago alguna cosita de vez en cuando.
Joanra – Él está “de coming”, de vuelta digamos.
Jordi – Acabó bastante harto.
Alfonso – Sí, estaba bastante harto la verdad.
Jordi – Yo creo que fue eso un poco, nunca nos hemos sentado los tres a hablarlo pero creo que en el momento que decides traspasar este o cualquier otro negocio es porque estás un poco hasta arriba. Me imagino que por naturaleza y por necesidad en el momento que llegan otros tú das un paso atrás para luego dar dos hacia delante.
Joanra – Y también lo bonito de ser tres es que no cae la responsabilidad absoluta sobre uno. Además tenemos la suerte de que ninguno de los tres vivimos básicamente del bar. Si yo les digo mañana “tíos necesito tres meses de desconexión” sé que ellos pueden coger las riendas perfectamente.
Jordi – Es diferente a si los tres fuésemos camareros, que no tuviésemos nada de personal que “tío, si te vas tú es una putada” pero por suerte no es el caso.
¿Cuál ha sido el mayor éxito, logro o situación de la que estéis especialmente orgullosos desde que habéis entrado a coger las riendas del Fotomatón?
Joanra – Pues que siga, básicamente que siga, te lo digo de verdad.
Jordi – No hay un día concreto, es el día a día.
Joanra – Yo tengo mucho cariño a los bolos que vienen a tocar grupos de Asturias porque se lía una parroquia brutal que se beben hasta el coñac. Que venga un grupo de Asturias es casi, casi sold-out,
Jordi – Hemos hecho dos noches asturianas y alquilan un autocar para venir desde allí y es que nada más que con ellos ya se llena el local. Esas son míticas.
Alfonso – ¡La flota del cantábrico!
Joanra – ¡Exacto! Cruzan el Negrón sesenta asturianos sedientos, dices: » ¡bueno prepárate! Gus, prepara aquí que ya verás». Dentro de 15 días hay otra.
¿Notáis más confianza en las bandas que vienen a tocar porque saben que sois Jordi y Joanra los que se encargan?
Joanra – Sí bueno, intentamos que se vayan de aquí con un buen sabor de boca y el trato con ellos es súper llano, de tú a tú, no les ponemos ningún tipo de pegas, entre comillas, la sala no es que tenga unas condiciones muy exageradas para tocar.
Jordi – Sí que a veces se nota que cuando te escriben es como que saben a quién escriben, sin conocernos, supongo que sobre todo por Joanra. Se nota que hay cierta complicidad, quizá por el hecho de que seamos músicos o de ubicarnos en ciertas bandas.
Joanra – A mi me gusta mucho cuando sale la gente y te dicen “ha sido de los mejores sitios donde he tocado y me lo he pasado bien”.
Estáis en un enclave perfecto, en el centro de Madrid y en un lugar que es conocido como “la rue indie del percebe” por la cantidad de músicos “indies” que viven alrededor por ello es fácil encontrarse con ilustres tomándose algo en la barra del “Foto” pero esto nunca lo utilizáis como reclamo cuando sabéis que atraería a muchos curiosos…
Jordi – No, no, como reclamo nunca. A lo mejor alguna vez te puedes hacer alguna foto con alguien en concreto pero no dices “ha estado aquí tal” o “mañana va a venir no se quién”, no se suele hacer.
Alfonso – Yo no recuerdo que se haya hecho nunca.
Joanra – Hombre, en petit comité sí, porque cada uno tiene sus grupitos de whatsapp y se puede comentar.
Jordi – Por ejemplo en el grupo de “alumnos de guitarra” pues se dice a los 30 que somos “tal día viene Eric, pasaros” pues eso sí que se lo decimos.
Joanra – Por ejemplo, los profesores que han venido a dar las masterclass de guitarra no los anunciamos nunca, una vez vienen a clase los alumnos se enteran quién viene y han estado Pancho Varona, Luis de León Benavente, Vetusta Morla, …
Casi en lugar de utilizarlo como reclamo es decirle a la gente, “oye, si venís al Fotomatón podéis encontraros a esta gente”
Jordi – Claro, eso sí que se hace. Una vez se acaba la clase se hace una foto y se sube a las redes sociales y luego la gente lo ve y dice “¡coño!” pero no avisarlo antes nunca, además, supongo que cuando alguien viene a tomarse algo lo último que quiere es que venga la gente a acosarle.
Alfonso – Fírmame esto, ahora vamos a hacernos un «selfie»…
Anunciarlo sería algo contraproducente para vosotros
Jordi – Claro, no vendrían, todo lo contrario.
Alfonso – Huirían.
Joanra – Yo recuerdo que Pancho Varona incluso me dijo “Ey tío, si quieres anuncia que vengo y tal y cual”, no , no, tranquilo que si lo anunciamos va a ser un jaleo, va a venir la gente a molestar, no va a haber ni clase ni nada.
Y si nos ponemos a hablar del asfixiante IVA qué tenéis que decir tanto como músicos como regentes de un bar
Joanra – Nos han jodido pero bien jodidos. Yo me acuerdo cuando tenía el IVA reducido como músico, claro, ahora mismo el 21% es una salvajada. Y aparte por ser un bar musical, porque haya un músico tocando en directo también pagas el 21%, no como la hostelería normal.
Alfonso – Estoy pensando que si hubiera una bailarina desnuda bailando sería el 4%.
Joanra – Descarado, podemos poner una barra aquí.
Jordi – No te rías que yo estoy pensando en ponerte a ti.
(risas)
Joanra – Además el IVA se lo ha comido el músico porque lo que afecta al público, que son las entradas, se han quedado más o menos igual. De una entrada de 20€ tengo que declarar el 21%, no puedo poner una entrada de 24€ porque ya la gente no vendría.
Alfonso – A eso hay que sumarle el 10% de la SGAE, eso quiere decir que un tercio de la taquilla ya no existe.
Esa era mi siguiente pregunta: ¿Cómo se sufre más la SGAE, como músicos o como dueños de un bar?
Jordi – Como músicos sí es bueno porque tenemos ahí las canciones registradas y cobras derechos de eso.
Alfonso – Los conciertos de menos de 12€ no pagan a la SGAE. Hay un canon mensual que pagamos como sala de música y ya está.
Y como músicos ¿por qué creéis que con todas los problemas y escándalos que están surgiendo en la SGAE no hay un levantamiento de los músicos?
Jordi – Yo es algo que he hablado con muchos músicos… los actores van de la mano y los músicos como mucha gente dice «mientras tengáis cerveza estáis contentos» y es la fama esta de mierda que nos la hemos ganado un poco a pulso porque nadie se ha puesto delante para dirigir un poco el cotarro y decir «vamos a ir allí o aquí».
Alfonso – Yo propuse hace años junto con otro músico hacer un sindicato de músicos.
Joanra – Y también lo intentó hace unos años otro músico y se desesperó al ver que los músicos van cada uno a lo suyo.