El pasado sábado la cantante dio su último concierto de gira en la sala Joy Eslava entre lágrimas y emociones

Antes de dar comienzo su concierto, Vega contó con unos teloneros muy especiales para ella, Eladio y los seres queridos. Este grupo se caracteriza por ser un pop-rock muy vivo y por tener canciones con letras y melodías bien elaboradas. Sin ser uno de los actuales grupos con componentes jóvenes, ellos consiguen hacerse con ese punto de madurez que muchas veces hace falta encima y detrás de un escenario. Su concierto consistió en un repertorio de aproximadamente media hora como motor para arrancar fuerzas.

A las 21.15 apareció Vega en el escenario recatado pero especial de la Joy. Con su propio estilo, sombrero y vestido con flecos, y muy importante, con su guitarra y su cerveza, arrancó su último concierto de la gira y con la colaboración de SON Estrella  Galicia.

Decidió tocar un repertorio muy personal, desde canciones de su último disco “Wolverines” hasta antiguos temas que los fieles de Vega saben cantar con tan solo sonar el primer acorde de su guitarra. “La conjura de los necios”, “Treinta y tantos”, “Febrero”, fueron algunas de las canciones elegidas. Según dijo ella, es difícil encasillarla en un único estilo, y es cierto, pero muchas veces no es necesario poner etiquetas a la música que escuchamos y, simplemente, disfrutarla.

Aquella noche fue, además, la de los Goya, y Vega quiso rendir un pequeño homenaje al cine español con su tema “Lolita” haciendo bailar a todos los que estábamos en la sala. Pero no fue el único ya que el concierto tuvo muchos grandes momentos. Invitó a que subiera Eladio, su telonero, para interpretar juntos “Yolanda” de Pablo Milanés, llenándonos de ternura, y a Budiño y su gaita tocando “Martes” y “Como yo te amo” de Rocío Jurado. Vega escogió ese clásico que, sin duda, tanta presión tiene interpretarlo, pero que al darle esos puntos de modernismo sentaron muy bien.

Vega se despidió, entre otros, con su personal “Nueva York” acompañado del piano y con un bailable «Let’s open the door», dando las gracias a aquellos que han hecho posible que aquella que sólo componía canciones y tocaba la guitarra pudiera estar encima de los escenarios que tantas alegrías le da.