Las votaciones de final de año y las temidas listas tienen un sentido, al menos para nosotros

 Por Miguel Chorusman

Como venimos haciendo anualmente, desde nuestra inauguración en 2011, hemos arrancado las votaciones a lo mejor del año. Para El Perfil de la Tostada estas votaciones son una forma de reconocer el trabajo que día a día realizan las bandas pero también son un medio para que el público descubra otros grupos que hasta la fecha desconocían. Está claro que la viralidad que estas tienen es innegable, pues la autopromoción que realizan los artistas con sus seguidores para conseguir votos es fundamental y ello supone una mayor propagación, pero no debemos olvidar que esto es un beneficio conjunto que hay que tener muy en cuenta.

Actualmente las redes sociales son un soporte magnífico para poder llegar a un público mayoritario sin necesidad de la inversión que se tenía que realizar antaño, sin embargo, esta misma difusión continua de información hace que se devalúe el contenido. Lo que consiguen estas votaciones es que los fieles seguidores intenten posicionar a su artista en cabeza de las listas pero a la vez, de manera inconsciente, leen una cantidad de nombres de otras formaciones que quizá no conocían. En un mundo maravilloso, y quizá irreal, este público se interesará por conocer algo más sobre estas otras bandas que compiten con su favorito. Puede que suceda en un 2% de las personas que entren a votar pero este 2% es mucho para nosotros pues la única finalidad por la que se creó esta web es la de promocionar la música desconocida para el público generalista.

El mundo de la música necesita cada vez más posicionarse como una base fundamental en la cultura; casos como la SGAE, las descargas ilegales o la subida del IVA han masacrado la “industria” y la imagen que la población tiene sobre ella. Gran parte de la culpa es del propio sector que siempre ha tendido a cerrarse, de manera casi hermética, a los medios de comunicación y a la sociedad. Este hermetismo ha generado distanciamiento, que a su vez provoca un rechazo en gran parte del público que desconfía de un mundo que apenas se deja conocer.

La total ausencia en televisión de programas especializados, tertulias y demás espacios temáticos que sí poseen otros ámbitos sociales como el deporte, la sociedad o la política; la  manipulación, el mercantilismo y fala de criterio que posee la cadena de radio más escuchada en nuestro país, hacen de la necesidad de comunicación a través de las redes sociales algo básico para poder dar a conocer la gran variedad musical que poseemos.

Por ese motivo quiero dar las gracias a todos los que diariamente comparten contenido, ya sea nuestro o de otras web especializadas, a los que acuden a las salas de conciertos y creen en el mundo de la música por su implicación. Espero que este pequeño espacio llamado El Perfil de la Tostada cumpla día tras día ese  fin por el que fue creado.