Carmen Boza presentó su último trabajo «La Mansión de los Espejos» colgando el cartel de «no hay billetes»

 
Jueves 23 de Octubre 2014. Sala Galileo Galilei.
Crónica y fotografías: Aby Campaña

Aunque se percibe desde lejos aquel «Lapislázuli» aún hay reflejos de él dentro de «La Mansión de los Espejos«. El nuevo discurso de Carmen Boza está lleno de la sencillez de un inicio que, le ha hecho presentarlo con un «sold out» , compaginándolo con la fuerza nueva de un sonido más completo pero sí es un gran cambio que hace que las canciones suenen con mucha más personalidad y demuestra una de las mil formas que Boza puede dar de sí y en cierto modo de reinventarse.

La presentación «oficial» del disco se enmarcó dentro del ciclo «Cómplices de Mahou» y la presentación corrió a cargo de Alex O’dogherty que, entre algún que otro chiste, dió paso a Boza y a su nueva banda compuesta por: Martín como batería, Toni Brunet como guitarrista y coros y Laura Gómez  como bajista.

El concierto comenzó de igual modo que el disco, con  «La mansión de los espejos» para adentrarnos con sus primeros punteos en esta noche en la que se dió a conocer este nuevo trabajo. Sin dejarnos respirar llegó la deslizante «Culpa y castigo» . Boza expresó su agradecimiento por el lleno de la sala y el apoyo que tiene día a día . Pasamos a «Fin«, un guiño a las canciones que se quedaron fuera del disco y que va dedicado a los viejos tiempos y a ese canal de youtube que lleva por título «rollitos de primavera» donde empezó todo.

Y vamos a por el punto melancólico de la noche, «El mayordomo«, una canción que lleva sonando el suficiente tiempo como para que

el público la siguiera al pie de la letra.

«Hay que decir que la pena es igual de valida que la alegría» y con esto Carmen presenta «La pena«, le sigue «Salpicadura«, canción que hace estremecerte hasta que suena la última letra. «Disparate» le sigue, una canción cíclica muy pegadiza .  Para terminar este momento envolvente y más acústico nos deleitó con unas de las canciones favoritas del publico «Nana Noir» que como ella dijo: «Habla sobre lo pequeño que te encuentras en una ciudad nueva como Madrid«.

Esta canción dejo notar su importancia, cuando el publico no paró de aplaudir en su finalización pidiendo «otra vez».

No faltó en el repertorio «Desconocidos» y «Sin salida» esta última una de las canciones más destacadas, cantada casi a capella y dejándola desnuda encima del escenario. Antes de tocar «El ejército» agradeció, a los niños del colegio de música de Son Servera la aportación de los coros en la grabación de la canción.

Dejando atrás la suavidad y vaivén de las canciones con una frecuencia más melancólicas llegaron «Mi do menor» , «Señales» y «Fieras» que pusieron el punto rock a la noche. Así quedó patente el cambio musical de Carmen Boza, abriendo de par en par las puertas de su nuevo proyecto. El público ya estaba más que dentro del concierto, con los ojos fijos a Carmen y sin apenas pestañear.

En el descanso volvió a salir Alex O’dogherty  para hacer un acercamiento «Tú a tú» con Boza y su respetable al que hizo partícipe del concierto con sus preguntas y opiniones, pocos se arrancaron a ello pero unos cuantos agradecieron a Carmen lo que allí estaba haciendo y el cómo lo hace. También pudimos escuchar en la noche al director de la sala Galileo Galilei, quién proclamó que era difícil llevar a cabo la sala, ya que la música y la cultura no le interesa ni al ayuntamiento, ni a la comunidad, ni al gobierno, así que agradeció a Carmen y los presentes estar allí y creer en estos proyectos.

Antes de terminar el concierto, hubo dos peticiones, «Crisis de luz» y «Octubre» y esta fue la que puso el broche final.

Esta noche ha quedado patente la calidad de Boza encima del escenario. Y es que, a pesar de algunas críticas recibidas sobre el cambio que ha realizado en su estilo, si hay algo seguro es que la volvemos a tener aquí, sobre las tablas, con más fuerza y ganas que nunca de ver a su público disfrutar de ella y de sus canciones y eso a El Perfil de la Tostada le hace muy feliz.