Joaquín y la parte restante de “Pol” dieron su primer concierto madrileño sin el 3.14
El pasado viernes la sala Búho Real en Madrid fue el escenario del grupo POL para hacernos pasar una buena noche calurosa de primavera con ese toque especial que pone la música.
No se puede decir que la puntualidad germana predominase aquel día ya que empezaron con una hora de retraso, pero a su favor podemos decir que lo bueno se hace esperar, ¿no?
“Yo no sé qué canción sonará cuando te vuelva a encontrar”. Nosotros sí. “Lluvia en las pestañas” fue con la que arrancaron el concierto, canción con mucho ritmo para despertar a todo su público, desde niñas de 18 años a mamás con energía para dar y tomar.
La línea seguía con temas del primer disco, entre las que cabe destacar su famosa “Bipolar” con la que se dio a conocer en el panorama musical, “Paracaídas”, o “La terminal” entre otras. Se notaba que aquel público que les estaban acompañando esa noche era su público, pues se sabían cada una de sus letras sin dudar ni un solo segundo.
Aquel cuerpo delgado no dejó de moverse en toda la noche, saltando, botando y bailando al ritmo de su música y en compañía de su grupo, sus guitarras y sus fieles.
Sin la colaboración esta vez de David Otero (El Pescao), pero no por ello menos buena tocaron “La parte artificial”. “Un millón de mariposas” revolotearon en forma de versos por aquel lugar pequeñito dejando sonrisas por allá donde se posaban.
“Me da igual que os descarguéis mis nuevas canciones, pero si lo hacéis pasárselas a todo el mundo”. Esa fue la petición de Joaquín antes de interpretar “Desde aquí en mi cabeza”, que estará en su nuevo disco y estando disponible en versión acústica en su canal de Youtube.
Desafiando al paso del tiempo con “Jóvenes eternamente”, parando los corazones con “En shock», o reflexionando con “Piensa” fueron sentimientos y emociones que hicieron aflorar.
Un poco más tarde que la hora en la que Cenicienta lo perdió todo se tuvieron que despedir volviendo a tocar “Bipolar” entre otras y dando gracias por aquella bonita noche en compañía. Puede que aquel “3.14” ya no esté pero, sin duda alguna, esa esencia característica desde el momento que empezaron sigue siendo la misma.