León Benavente no defrauda, vende todas las entradas y deleita a sus seguidores en la Sala Pussywagon de Albacete.
Crónica y fotografías: Fran García BustosDe nuevo me encuentro sentado frente al ordenador y no estoy seguro de como expresar mis ideas en esta crónica que ahora comienza. El motivo lo tengo claro, León Benavente son una auténtica «revolución«. Parece que ya está todo dicho sobre este grupo de reciente creación a pesar de la dilatada trayectoria de sus componentes. Las crónicas que de ellos leemos en prensa son en su mayoría muy positivas. En general, alabanzas en cualquier medio especializado que haya tenido la oportunidad de cruzarse en su corto pero intenso camino, alguna crítica eventual a su directo… ¡Las dudas vuelven a asaltarme! «Animo valiente» me digo a mi mismo, ¡déjate llevar!…
León Benavente llenaron en la noche del viernes 31 de enero la pequeña Pussywagon. Fueron capaces de colgar el «sould out» varios días antes de su actuación y generar una expectación inaudita en esta ciudad. No es frecuente que una banda perteneciente al mundo alternativo sea capaz de atraer a tanta gente aquí. Pero sí, así fue, y fueron muchos los que quedaron en la puerta sin poder entrar, «la gran desilusión» para ellos.
Hay que recordar que León Benavente venían a Albacete formando parte del circuito «Girando por Salas» y ello hace que la entrada sea algo más económica, 8€, pero este no fue el auténtico motivo por el que abarrotaron la sala. Lo tuve claro en cuanto entré al garito y el primer comentario que oí fue: «nunca había visto esto así de lleno en un concierto», – y yo tampoco pensé-. Al mirar alrededor comprobé que el público era adulto, nada de adolescentes, de unos 30-40 años, pero que se aglutinaban en torno al escenario como auténticos pubertosos que esperan con ansia ver a su ídolo musical. A estas edades, normalmente, se sabe lo que se quiere.
En mi opinión demasiada gente, un poco agobiante el lugar, no me encontraba cómodo, demasiado lejos del escenario… «Todos contra todos» bien apretados sin conceder un hueco para empinar la cerveza o levantar la cámara y componer una foto decente. Al terminar el concierto, todas mis quejas habían quedado olvidadas.
Los cuatro integrantes del grupo nos ofrecieron un espectáculo digno de recordar, con un repertorio habitual de 14 temas extraídos de su primer LP «León Benavente» y su reciente EP «Todos contra todos». Comenzaron con un «Intro» que dejaban claras sus intenciones y buenas maneras. En total catorce auténticos himnos, entre la que incluyen la versión «Europa ha muerto» de Ilegales y que finalizan con la premiada y apoteósica «Ser Brigada» dejándonos en un «estado provisional» de apocalipsis, contagiados por el desenfreno y locura que los músicos impusieron en el escenario. Se trató de un recital soberbio, una demostración de intenciones clara y sincera, una transmisión directa de emociones al público y un mensaje claro que inunda sus canciones.
León Benavente tienen escuela, «mucha mili» como se suele decir, a pesar de ser un formación relativamente nueva, sus componentes son expertos músicos que hacen muy bien su trabajo. Eduardo Baos (bajo), Abraham Boba (voz) , Luis Rodríguez (guitarra) y César Verdú (batería) forman esta banda que esta llamada a revolucionar el panorama musical español y ser una nueva referencia indie en este país. Con tan solo dos trabajos de estudio, se han metido al público en el bolsillo, pero ¡ojo!, que no es un público cualquiera. Sus seguidores saben bien lo que quieren, no son adolescentes que se conformen con letras fáciles y estribillos pegadizos. A quienes le gusta el grupo saben lo que quieren y creen en «la palabra» de quien les canta.
No se si queriendo o no, León Benavente han hecho de su música una auténtica «revolución«, hacen creer a sus fieles seguidores que no hay que temer a «las hienas» que habitan entre nosotros y que entre todos podemos levantar «las ruinas» de este país.
«Va siendo hora de que nos digamos las cosas…»