Supersubmarina repasan su meteórica carrera en el primero de los dos conciertos que ofrecen en La Riviera de Madrid
11/12/2013 – La Riviera (Madrid) Crónica y fotos: Marta TrillaHablar de Sr.Nadie y utilizar la palabra «telonero» sería cuanto menos obsceno ya que el proyecto de Jaime García Soriano (ex cantante de Sexy Sadie y actual miembro de la banda de Amaral) comenzó con su proyecto en solitario allá por 2009.
El mallorquín y su banda integrada por Sara Oliveira al bajo (Rufus T. Firefly), Toni Toledo y Jaime Torres, desgranaron durante una hora las canciones de su inminente nuevo ep como ”Abril” y temas ya clásicos de la formación como “Me duele la cabeza”. Tras un breve «gracias» se despidieron de la sala madrileña entre aplausos.
Turno del quintento Supersubmarina dio el primero de los dos conciertos que tiene esta semana en La Riviera para hacer un repaso de toda su trayectoria musical, desde “Cientocero” su primer EP publicado en 2008 hasta “Santacruz”, disco que vio la luz en 2012.
¿Qué se tiene que sentir cuando ves que pone el cartel de “ENTRADAS AGOTADAS” ? Eso tiene que ser increíble y ellos lo han conseguido. La Riviera hablaba por sí sola mucho antes de que empezaran a sonar los primeros acordes. Caras de emoción, de alegría, de “vuelvo a verlos por fin”, fanatismo histérico y, como si de una aparición divina se tratase, llegaron al escenario los de Baeza: Juancha a la batería, Jaime a la guitarra y a los coros, Javi al teclado, Pope al bajo y Jose “Chino” a la voz y guitarra.
“Ola de calor” o “Cometas” fueron las encargadas de iniciar la noche. Desde el minuto cero fue un no parar de darlo todo, tanto por el público como por la banda. Tras interpretar unas cuantas canciones, Chino cogió una guitarra española, sacó su vena más andaluza y le cantó unos breves versos a su madre allí presente. Acto seguido hicieron un apartado de “canciones lentas”, para variar, para no hacer siempre lo mismo, como ”Ana” o “LN Granada”. Versionaron “El encuentro”, llevándola a un ámbito más íntimo y más tranquilo, sin quitarle su esencia. «Hermética», «Canción de guerra», «Kevin McAlister» o «Para dormir cuando no estés» también tuvieron su protagonismo.
Después de cantar “Cientocero” con su público, dijeron “esto está llegando a su fin”. ¿Quién cree a estas alturas de la película a un cantante cuando dice eso la primera vez? Nadie. El show continuaba con su “De las dudas infinitas”. Para los incondicionales del grupo lanzaron “OCB” y “Supersubmarina”. La gente saltaba, gritaba, aplaudía, porque el momento lo merecía y porque el grupo animaba a su público a hacerlo. Aquello era un chute de energía en toda regla.
Ya sí que sí esto llegaba su fin y no podían irse sin cantar “la canción”. Ese broche final lo pusieron con “En mis venas”. El público se volvió completamente loco.
Un concierto sin anécdotas no es un concierto, y este, por supuesto, las tuvo. “Voy a cantar una de los Artic Monkeys” dijo entre risas, seguido de un “no no, es broma”. La canción “Niebla” se la dedicó a esa gente que está en la calle y con un grito multitudinario de rabia dedicado a Ana Botella hicimos que nuestro descontento se personificase. La Navidad se acerca y ¿cómo olvidarse del “lalalalalalalaaa” de Raphael en el afamado anuncio? Así comenzó “Eléctrica galáctica”.
“Probablemente mañana nos encontremos con críticas de medios diciendo que hacemos las típicas posturas indies, que somos una imitación de muchos bla bla bla. Lo que en realidad somos son 5 chicos que se lo pasan bien en un escenario. No hay más” dijo Chino. Yo, personalmente no veo eso. Veo a un grupo con su propia personalidad.
Muchos dicen que en cuanto a las críticas hay que ser más objetivos y críticos. De éste concierto tal vez la única pega que puedo poner son las luces con respecto a las fotografías, ya que a veces era difícil captar el momento exacto. A parte de eso, siendo objetiva y crítica, he de decir que fue una pasada de concierto. Hacer vibrar, emocionar y llevar al éxtasis a una sala entera no lo consiguen todos. Pero ellos sí. Espero que hoy volváis a hacerlo. Enhorabuena, chicos.