Maryland vira su rumbo con viento favorable
Lo primero destacable en este nuevo trabajo de Maryland es sin lugar a dudas la transición del inglés al castellano. En una formación como Maryland con influencias anglosajonas tan marcadas era difícil imaginarse un giro de este tipo y, para los que han seguido la trayectoria de esta formación, es posible que las primeras escuchas de «Los años muertos» se le hayan hecho algo cuesta arriba.
Rubén por el momento facilita las cosas al personal manteniendo los mismos dejes en su voz. El idioma cambia pero no la esencia de los gallegos; guitarras afiladas y contundentes, momentos para las melodías limpias que son engullidas con ferocidad por un sonido apabullante y segundas voces presentes en cada tema. Presentaron este disco con la canción que le da nombre «Los años muertos«, un tema enérgico, guitarrero, puramente de la casa; más tarde vino «La caleta del sol» como contrapunto melódico con tintes veraniegos, pero dentro de este tercer disco de Maryland hay mucho y bueno, si bien es cierto que ahora que se han pasado a la lengua de Cervantes debemos exigirles un punto más para llevar a grado de excelencia su trabajo.
El disco va in cresendo según avanzan las escuchas y nos encontramos, o más bien reencontramos, con autenticas balas como «Declaración de intenciones«, «Viaje a Tasmania«, «El quinto dedo» y la extraordinaria «Camino» que cierra el disco de manera espectacular.
Maryland han virado su rumbo, una apuesta arriesgada que a la vista del resultado no les queda nada mal. Quizás un punto más de elaboración en las letras y alguna variante más en su sonido darían el puesto puntero que esta banda se merece.
Consulta los próximos conciertos de Maryland en nuestra AGENDA.