Rusos Blancos han dado con “Tiempo de nísperos” (Ernie Records 2013) un salto de gigante en sus composiciones. Las melodías y letras que nos regalan en estos diez temas son de un nivel espectacular. Al finalizar la escucha a uno le queda la pregunta si de verdad el bueno de Manuel Rodríguez es o se ve así: un hombre triste, melancólico, infeliz, que evade las situaciones complicadas por miedo al fracaso, que por suma de sus carencias ni ritmo tiene en su cuerpo… ¿nos damos a la lírica?, al fin y al cabo es a lo que él dice que se dedica: “yo cuento cosas”.
Las únicas canciones que se alejan de esta atormentada existencia son las compuestas por Iván Gutiérrez: “La playa de los locos” y “Marina”, cambio notable en el tempo del disco. Un disco que tiene matices preciosistas que rematan la obra como son los nombres de sus temas: “Orfidal y caballero”, “Baile Letal 3″, “Se me enamoran” o “Algunas cosas sobre mí que aprendí estando contigo”.
Tiempo de nísperos tiene temas exquisitos como el que sirve de apertura al mismo: “Dudo que el amor nos salve”, cuya melodía está perfectamente acompañada por una letra inteligente y socarrona; “Orfidal y caballero”, tema marca de la casa, que deja un retornante parafraseo “Soy un hombre triste, soy un hombre triste”en la cabeza del oyente; “Baile Letal 3” con las imágenes y los recuerdos a serie americana que nos trae porque… “Si el juez te toca en el hombro es la muerte”; “Hogareña”, el tema más “indi” del disco; los ritmos bailones y juguetones de “Se me enamoran”; la historia más triste jamás contada en “Algunas cosas sobre mí que aprendí estando contigo»… pero si me tengo que quedar solo con una frase que podría resumir este trabajo en su esencia sin lugar a dudas es “Escribí “puta” en tu puerta, pero tú sabes que quería decir “te quiero”.
No son la juerga padre pero no solo de risas se alimenta el alma.