El pasado día 28 de febrero tuvo lugar en el teatro Fernán Gómez de Madrid el acústico de Leiva e Iván Ferreiro.

Eran las 20.35 y todos estábamos impacientes por que se subieran al escenario éstos dos grandes de la música pop rock en español. Y allí estaban ellos, Leiva con su rollo rockero e Iván con su estilo desaliñado.

ivan-FerreiroDesde el primer momento en el que la guitarra, el piano y los micrófonos se pusieron en acción, la emoción se apoderó del teatro. Cada canción interpretada era mágica, especial, única. Sonaron éxitos como “Piensa en frío”, que para mí fue una de las mejores actuaciones, “Turnedo”, “Ciudadano A” de Ferreiro y “Aproximación”, “Vis a vis” y “Miedo” de Leiva.

Una de las sorpresas del concierto fue cuando Iván Ferreiro presentó una canción de su nuevo disco, que publicará en junio. La sala se silenció y nuestros oídos no pudieron hacer otra cosa más que disfrutar.

“Champagne” llegó después de una graciosa disputa por la tremenda indignación de porqué Leiva tenía un gin tonic y él no podía tener un vino. Finalmente, el vino llegó a su mesa.

Y llegó el turno de sus emes. “Eme” y “M” fueron unas de las grandes protagonistas de la noche. Iván confesó que Leiva le había plagiado descaradamente el tema (todo dicho desde el humor, claro) y decidieron cambiarse las emes e interpretarlas a su manera cada uno. ¿Qué puedo decir sobre esto? Estupendo, como siempre.

LeivaEl final se estaba acercando… Se despidieron con “Extrema pobreza” y con “Lady Madrid”, muy acorde para decirle adiós a la ciudad testigo de su brillante concierto.

En el espectáculo estuvieron presentes dos personalidades del mundo del arte, Óscar Jaenada, actor y Manolo García, cantante. Óscar grababa desde el escenario el concierto revolcándose por el suelo, y por eso Leiva le llama “mi mascota, mi reptil”, y Manolo estuvo ahí de forma musical, ya que cantaron una de sus canciones, “Insurrección”. Fue increíble.

Sin duda, el día que decidí comprarme la entrada para el concierto atiné y ¡de qué manera! Sabía que no me fallarían, pero lo que no sabía era que iba a salir más enamorada aún de sus canciones, de sus cuidadas y delicadas letras que llegan al alma, y de ellos en su totalidad.

Sólo puedo decir : bravo.

Crónica y fotos: Marta Trilla