A las 22:00 La Casa del Loco ya estaba prácticamente llena y fuera, una fila de gente esperando desde hacía ya un rato. Nadie quería perderse la visita de Jero Romero a Zaragoza.
Por mucho que intente explicar el buen ambiente que allí había será complicado.

Unos (bastantes) minutos de retraso y Jero salía al escenario respaldado de su gran banda, esa que nos dejó boquiabiertos en más de una ocasión.

Empezó él acompañado de su guitarra “Nadie hablaba de mí, no fui motivo de nada. Me lo digo a la cara, me lo digo a la cara. Siempre me oigo decir por qué yo y por qué a mí pero nunca digo nada, nunca digo nada. He estado pensando y quizá fui yo el que se lo buscó. Sólo te hago reír si me rio de mí y te doy besos en la cara, besos en la cara. Nadie abusa de ti ni te quiere hacer sufrir, te lo digo a la cara, te lo digo a la cara. He estado pensando que a mí lado no puede vivir nadie más que yo…” para acabar con toda la banda enlazando con “Señor Gigante”

Con los primeros acordes aparecieron las primeras sonrisas de la noche, y ni de lejos las últimas.

Con un escueto “Somos Jero Romero” se presentaban en Zaragoza por primera vez con su nueva formación.

Un público con ganas de pasar una buena noche y una banda con ganas de hacernos disfrutar. “Haciendo eses” y “Las leves” serían las siguientes en ponernos los pelos de punta.

A pesar de tener un único disco también nos dejaron escuchar alguna inédita como “Narciso” y otras que no llegaron a entrar en el disco como “Pensaba” y “No hay”.

Se lo pasaban bien encima del escenario y nos transmitían toda su energía.  “Correcto” y “Cabeza de león” fueron de las que mejor sonaron y de las más coreadas. Y digo de las más coreadas porque el público no paró de cantar y bailar en ningún momento.
Nos anunciaban una versión, y algo habíamos escuchado sobre las versiones tan geniales de Jero. Nos sorprendió con “Adelante Bonaparte” de los catalanes “Standstill” bastante más tranquila que la original.
Entre canción y canción los cambios de instrumentos no pararon. Tristemente se acercaba el final. Nos paso un poco como en “Desinhibida” Desde que dije hola el mundo se paró, no deseábamos otra cosa más que el parar el tiempo y poder estar un rato más en esa noche.

Para finalizar, después de “Túmbate” otra versionaza., esta vez de “Los Mitos” y su conocida “Es muy fácil” para aunque fuera por un rato olvidarnos un poco de todo lo malo y sonreír. Se ganaron al público de Zaragoza que les regaló un gran aplauso final (uno de los más largos que he escuchado en bastante tiempo). Jero se ha rodeado de una gran banda y nosotros encantados de poder disfrutarles.
Por grupos así con conciertos tan geniales sigue teniendo sentido el ir de concierto. Porque cuando todo se hace bien hora y media de concierto se queda corta y se pasa demasiado rápida.