La gira de IZAL va creando nuevos seguidores allá por donde pasa

Me ha costado algo más de un día digerir lo que pasó en el concierto de Izal el jueves. No miento si digo que nos dejaron sin palabras.

Estos cinco chicos habían estado alguna otra vez por Zaragoza, pero nunca con tan buena acogida como esta vez. Venían con ganas de hacérnoslo pasar en grande y no hay ninguna duda que lo consiguieron.

Tras el pequeño discurso de Brad Pitt en “El Club de la lucha” con el que Izal comienzan sus conciertos, dan paso a “A nuestros rincones” para, a continuación recuperar “Desorden” de su anterior trabajo “Teletransporte”.

Izal es un grupo con experiencia y eso se notó. La voz de Mikel, la guitarra de Alberto, el bajo de Gato, la batería de Alejandro y los teclados de Iván sonaban a la perfección en conjunto.

Mikel nos deleitó con un chiste (de dudosa gracia) rápidamente, cuando terminaron de pasar las capitanas, algún que otro grillo y alguna risa tardana, les dejamos continuar con lo que mejor saben hacer. Alberto cogió el ukelele y la salita se llenó de buen rollo en un momento “Qué bien que se pusieron en medio”. Con sólo seis canciones a mí ya me daba igual el madrugar al día siguiente y todo lo demás, sólo quería que se quedaran a tocar toda la noche.

Escogieron “Sueños lentos, aviones veloces”, “Extraño regalo” y “Ajam” de “Magia y egectos especiales” antes de presentarnos una nueva canción: “Tóxica”, con ritmos muy adictivos y bailables. Con la buena acogida que tuvo, se animaron y presentaron también “Jenna Fisher” que tampoco decepcionó.

Con “Magia y efectos especiales” y un público muy entregado que tenía muchas ganas de más, se despidieron brevemente.

Ante todo se nota que son amigos, que hay complicidad y que todo funciona bien. Que son unas personas agradables de las que da gusto conocer. No son los típicos que llegan tocan todo su repertorio y se van. La interacción con el público, los chascarrillos, bromas y anécdotas se agradecen.

Conclusión en Do”, para poner broche final a la bonita noche que nos habían ofrecido y ellos tirados por el suelo gamberreando.

Son un grupo de los que te dejan con buen sabor, de los que se merecen todo el apoyo y tras el concierto vas a comprarles todo lo que llevan (en mi cámara ya van colgadas las chapas y a la vuelta ya sonaba “Teletransporte” en el coche)

Y lo mejor de todo es llevar a alguien que desconocía el grupo y que al día siguiente lo esté buscando en Spotify. Es el mejor ejemplo de que algo han hecho bien. Podremos verles en la próxima edición del festival Arenal Sound pero también esperamos que sea regresando por aquí dentro de poco para regalarnos otra noche llena de magia y efectos especiales.