Seguro que todos habéis escuchado alguna historia sobre el antes famosísimo Triángulo de las Bermudas, esa zona misteriosa que registraba algunas desapariciones fantásticas: personas, barcos, aviones.
Hoy quiero lanzar una teoría revolucionaria, un triángulo del que nadie ha hablado, “El triángulo musical de los 80”. Se refiere a músicos de éxito, premiados y seguidos de los 80, que desaparecieron de la cumbre fugaz y misteriosamente. La diferencia de mi teoría con el resto, es que yo tengo pruebas.
Christopher Cross se convirtió en la gran sensación del inicio de esta década con su álbum “Christopher Cross” de 1981, con el que ganaría 5 Grammys. Contenía temas como “Like Ride the Wing” que fue número 2 o “Sailing”, número 1. El mismo año componía el tema central de la película “Arthur”, “Best the You Can Do”, que ganaría el Oscar y el Globo de Oro a la mejor canción. Una carrera meteórica que se frenó en 1988 con su último disco para la Warner, “Back on My Mind”. Ha seguido publicando discos, sin apenas repercusión, el último es un disco navideño del 2010.
Tracey Chapman ha tenido una carrera algo más agitada. Cosechó un gran éxito y 3 Grammys con su primer disco de 1988, “Tracy Chapman” (al igual que el de Cross, homónimo), con singles como “Fast Car” o “Talki´n Bout the Revolution”. Consiguió vender más de 19 millones de discos. No volvió a tener un éxito hasta 1995, cuando ya nadie la esperaba, con el cuarto trabajo “New Beginnig” con su excelente tema “Give Me One Reason”, con el que ganó otro Grammy. Tras este trabajo, volvió a un segundo plano en el que sigue hoy en día.
Más que desaparecer, el siguiente protagonista cambió de rostro y nos despistó a casi todos. Terence Trent D’arby apareció con arrolladora fuerza en 1987 con su primer disco “Introducing the Hardline Acording to Terence Trent D’arby”, por el que ganaría un Grammy y las alabanzas de la crítica musical y el público, con más de 12 millones de discos vendido. En él encontramos sus temas más conocidos: “If You Let me Stay“, “Wishing Well” o “Sign Your Name”. Su segundo trabajo de 1989, “Neither Fish Nor Flesh”, sin llegar a las cifras del primero, tuvo una buena acogida del público y buenas críticas.
Hasta el 1993 sin noticias de él, su nuevo álbum “Symphony or Damm”, con el corte “Delicate” junto a Des’ree le volvió a subir al tren. De nuevo silencio y crisis personal, que le llevó a cambiar su nombre por el de Sananda Maitreya en 2001, con el que sigue trabajando, pero en un plano más discreto.
Estos son los escalofriantes hechos. El que quiera creer, que crea.