La octava edición del B-Side Festival destaca en la adversidad
Ocho de la tarde, ocho de Septiembre, arranca la octava edición de B-Side Festival en Molina de Segura (Murcia). Un recinto grande, espacioso y lleno de césped acogía a sus nuevos festivaleros con un cartel muy polifacético, que incluía desde cantautores españoles hasta grupos de Inglaterra. Pero empecemos por el principio.
Empezamos con Jero Romero, el antiguo vocalista y guitarrista del grupo The Sunday Drivers, que, después de once años, decidió seguir su camino en solitario pero muy buen acompañado y arropado encima del escenario. En este B-Side pudimos disfrutar de las idas y venidas de este “Cabeza de León” su primer y único disco hasta el momento.
Poco a poco se llenaba el recinto y se contagiaba del buen rollo que había encima del escenario. Los músicos sentían cada acorde, y con ello, Jero se fue ganando al público. Cada vez se escuchaban más los murmullos de los más valientes tarareando y siguiendo las canciones. Con “Ya te decía yo” el público se dejó llevar definitivamente y no paró hasta el final del espectáculo. Así que un sobresaliente para Jero, que abrió el festival dejándonos con un buen sabor de boca.
Entre concierto y concierto para amenizar la espera estuvo a los platos DJ Hard Cady (Celia Sánchez). Animó y se ganó al público con canciones como “All Star”, “Girls just wanna have fun” o alguna de Varry Brava, para más tarde dejar entrar a un grupo, que pocos sabíamos de su existencia, pero que no dejó indiferente a nadie.
Estamos hablando de Dry the River, una banda que viene desde Londres. Nos mostraron las canciones que componen su nuevo disco “Shallow Bed”,con las que se dejaron todo en el escenario. Bajo su sonido folk-pop, su bajista Scott Miller y Peter Liddle, vocalista de la banda, no pararon de moverse dándolo todo sobre el escenario. Entre las muchas canciones que sonaron podemos destacar “No rest o Demons”. Sin duda un gran grupo que poco a poco se hará hueco en España.
Cuando Vetusta Morla pisó el escenario, con un recinto completo en su aforo, chillidos y aplausos estallaron mientras comenzó a sonar “Mapas”. Dieron más fuerte aún con la canción de “Copenhague”, que a veces parece como si tuviera vida propia y contagiara al público, uno a uno, sin necesidad de forzarlos. Poco a poco pudimos escuchar el disco de “Mapas” con alguna que otra canción de “Un día en el mundo”. Sin duda, aun después de más de un año de su último disco, “Valiente” y “Sálvese quien pueda”, son las más coreadas y las más vividas por el público, aunque “Maldita dulzura” y “Lo que te hace grande” nunca se quedan atrás. Pucho nos habló de su cariño especial a Murcia y su contribución de la Orquesta sinfónica de Lorca.
El cariño de Murcia a Vetusta Morla es recíproco, y eso se notó en cada canción, donde hasta Pucho sonreía por aquella marea de gente que seguía cada letra. No hay que olvidar el momento “Baldosas amarillas”, unos de los más bonitos, con ese silencio que puso a más de uno con los pelos de punta.
Cerramos casi el concierto con “El hombre del saco” y su fantástica puesta en escena con ese bidón que sin duda le da un sonido único a esta canción.
Empezaron a cerrar el concierto con “Los días raros”, unas de las canciones que se ha ganado al público con ese “vicio por perfeccionar”. Quizás sean ellos ese vicio que no queremos perfeccionar, que hace mover masas y que hace que el público repita concierto tras concierto.
Finalizaron con “La cuadratura del círculo” y su sonido electrónico que hizo saltar y dejar a más de uno sin aliento. Sin embargo, a opinión del público faltó un “Rey sol” o una “Autocrítica”, o los deseados acústicos que más de uno pedía gritando. Sin duda lo que faltó fue tiempo, donde esos pocos 80 minutos dejó a más de uno con la miel en los labios.Concluyeron así un concierto más en Murcia, y un concierto menos en la gira Mapas.
Y dejamos pasó a Fuel Fandango que cada vez suenan más en festivales de este estilo, donde Nita sabe embellecer sin ninguna duda el escenario con sus movimientos y su voz única. La puesta en escena de este grupo y su música anima y hace bailar a cualquiera que estuviera presente. Pudimos ver abanicos en movimiento, una vocalista dándolo todo que se comunicaba continuamente con el público, una compenetración de grupo y como no podía faltar… confeti. Entre las muchas canciones unas de las más bailadas y coreadas fueron “Talking” y “The engine” . Sin olvidar el final de la actuación que Álvaro (bajista de Vetusta Morla) subió al escenario con ellos, para finalizar un espectáculo único .
Y para terminar la noche, los más marchosos y con ganas de fiesta esperaron hasta los deseados Djs The Zombi Kids, donde desde el principio la gente no paro de votar y seguirles con su inicio de “Face”, sin duda ellos saben dar al público lo que quieren e hicieron temblar una vez más el recinto del festival que poco a poco se iba vaciando.
Este festival ha aprendido año tras año, haciendo que no hubiera ningún problema ni sobresalto, con facilidades como autobuses gratuitos y una buena organización. Haciendo que lo único que llame la atención y se quede en nuestro recuerdo sea la música y todas esas sensaciones que nos puede producir un directo.
Crónica y fotos Aby Campaña