Siempre me he considerado miembro del grupo “a mí no me gustan las versiones, siempre el original es mejor”, pero hace unos meses me puse a repasar algunas de las canciones que más me gustan, descubriendo que un número considerable eran versiones. No es motivo suficiente para ser expulsado del club, pero seguramente debería moderar mi postura.

Lo cierto es que hay casos, en los que un artista consigue darle otra vuelta a una canción, algunas incluso consideradas como “clásicos incontestables”, consiguiendo mejorarlas.

Aquí van algunas de las que más me gusta, por supuesto me encantaría conocer las vuestras:

Todos habéis bailado más de una vez el “Everybody Need Somebody to Love” al ritmo de los Blues Brothers. Si escucharais la original del predicador Solomon Burke, un grande del soul, posiblemente os podría gustar, pero lo que es seguro es que no se os irían los pies con ella.

Escuchar una canción de los Beatles (ojo, momento herejía) y pensar en que una versión fuera mejor puede parecer un atrevimiento, pero en mi caso se hizo realidad al escuchar esta versión en Woodstock de Joe Cocker en un estado casi de viaje astral, gracias a las diversas sustancias ingeridas, de “With a Little Help of my Friends”, en mi opinión la única canción de este grupo “flojita”, a la que no ayuda que la cante Ringo. La versión de la que os hablo, hay que escucharla en ese concierto, para poder apreciarla en su justa medida.

 

George Benson, guitarrista reputado y cantante de reputación principalmente en el mundo del jazz, consiguió una repercusión a nivel mundial cuando se atrevió a realizar una versión de un tema de los Drifters, “On Broadway”, con un giro de 180 º que la convirtió en un temazo potente y energético.

Eric Clapton en los primeros años de la década de los 70, una etapa complicada para él, por sus problemas amorosos, enamorado de la mujer de uno de sus mejores amigos, George Harrison (“Layla” está dedicada a ella Pattie Boyd) y su adicción a las drogas, se dedicó a realizar versiones de temas de otros como el “Knocking on Heavens Door” de Dylan, “I Shot the Sheriff”, de Bob Marley o dos temas que en muchas ocasiones se han atribuido a él, pero que son de J.J. Cale: “Cocaine” y “After Midnight”. Gustándome Clapton, no sé si alguna de ellas superaría al original.

El propio Clapton, junto a B.B: King en el álbum “Riding with the King”, hacen una versión de un tema brutal de Sam & Dave “Hold On I’m Coming”, no a ritmo de blues, sino en clave de rock. En esta ocasión, como mínimo, lo dejo en empate, las dos nivel superior.

Para terminar no quiero referirme a una canción, sino a todo un álbum, “Paint it Blue”, homenaje a los Rolling Stones con versiones de sus temas por músicos de blues (lo sé, se me nota el plumero, siempre aparece el blues en mis artículos). Recomendable la audición de los 13 temas, con recomendación especial del la versión rock que hace Luther Allison del “You Can’t Always Get What you Want” y el minimalismo maravilloso del “Honky Tonk Woman” con Taj Mahal en voz y banjo y James Cotton a la armónica.