Esta entrada la escribo para informaros de algunos aspectos que quizás desconocéis, bien como público o como artistas.

Desde hace unos años hemos podido ver como la industria musical se sentía atacada y herida por el ultraje realizado desde internet. Lo veían como el fin de la música, como el cataclismo que sumiría a toda la Tierra en la más profunda tristeza y oscuridad por tener un mundo sin música. Pero,  ¿estamos tontos?, ¿acaso fueron ellos los que inventaron la rueda?. No, señores, ellos inventaron el mejor método para llenarse las arcas a costa de la música y ahora tienen miedo de que sus bolsas se llenen menos de lo que preveían.

La música, al menos como yo la vivo, es algo que creamos los músicos por tres motivos: porque nos gusta, porque queremos expresar algo y porque queremos que la gente lo disfrute.

No hay nada más, es tan simple como eso, y si todos viviésemos en un pequeño pueblo en el que pudiésemos salir a la plaza a tocar y poner nuestro sombrero en el suelo para que la gente echase la voluntad, no necesitaríamos todos estos intermediarios que ven en la música un método más para lucrarse.

Creo que con todo el polvo levantado y después de los escándalos vividos, hemos llegado a un punto en el que un artista, con un buen producto en sus manos, es capaz de gestionar y llegar al publico por sí mismo gracias a internet. Y ahí está el miedo de los grandes cocos, que los músicos no les necesitemos. Está claro que hay un gran trecho por andar, que necesitamos la total ayuda del público… de tí que te gusta la música y que disfrutas escuchándola, ¿no crees que quién la hizo se merece cobrar por ello?.

¿Alguien no estaría dispuesto a pagar a un músico que está haciendo un buen trabajo?

Artistas como Iván Ferreiro han reconocido que se bajan música de internet y si lo que escuchan les gusta van a la tienda a comprar el disco.

Ahora, gracias a aplicaciones como Spotify, tenemos la posibilidad de realizar una escucha del disco y si nos gusta comprarlo; y si únicamente nos gustan un par de canciones, pagar por ellas.

El ejemplo más próximo de artistas que han salido adelante con un buen producto y gracias al público es Vetusta Morla. Ellos, después de 9 años de trabajo en la sombra, han conseguido llegar a ser número uno en ventas con un disco autoproducido. Es obvio que para autoproducirse un disco hay que realizar una inversión previa, y es precisamente de eso de lo que se aprovechaban antiguamente las casas discográficas; pero, ¿realmente con los medios de los que disponemos en la actualidad es estrictamente necesario?

No quiero entrar en el tema de las emisoras y las radio-fórmulas porque lo dejaré para otro post, pero,  como dije antes Vetusta Morla ha sido numero uno en ventas, ¿lo has escuchado alguna vez en Los 40 principales? Da que pensar, ¿verdad?

Lo que realmente me duele de todo esto, es que hay personas en el mundo de la música a las que les da igual el artista, el músico, la persona… lo que únicamente les importa es cuantos huevos de oro llega a dar la gallina. Creo que hay que cuidar mucho más a los músicos, tratarles con el respeto que se merecen y apoyarles, pero, ¡cuidado!, he dicho cuidarles y no mimarles, ya que en el matiz podemos convertir a un músico en un divo/a y eso es algo peligroso a la par que inaguantable.

Por todo esto creo que alguien que esté empezando en este mundo debe conocer antes de nada que ésto, para mucha gente, es un negocio y como tal se lo toman. No deben perder su amor por la música pese a las desilusiones que se les presenten y deben seguir luchando por lo que creen sin dejar de conocer de qué va ésto. Para ello os dejo unos cuantos datos y consejos:

Derechos de autor.

Si tienes un tema propio, cuida muy bien los derechos sobre esa obra. Hay muchas compañías/empresas, que lo primero que intentan es que el artista les ceda todos los derechos de su obra; ¿sabéis a cuanto paga televisión española el minuto de música en “prime time” en el año 2010?, ¡atentos! 60 €/min.

Los derechos de comunicación pública.
Estos derechos se generan cuando se difunde públicamente tu obra. Es el caso de las representaciones teatrales, las proyecciones cinematográficas, los conciertos, las emisiones de las obras por radio o televisión, la difusión de las obras en internet, etc.
Los derechos de reproducción mecánica.
Derivados de la venta, alquiler o préstamo al público de los soportes (CD’s, DVD’s, etc.) en los que se reproducen tus obras.
Los derechos de remuneración por copia privada.
Es el derecho que abonan a los creadores los fabricantes de CD’s, vídeos, soportes vírgenes y de aparatos reproductores (audio/vídeo) para compensar la grabación doméstica que realiza el público de películas, programas de TV, conciertos, música, etc.

En las radios el importe varía según sondeo y aunque desde la SGAE me han enviado los importes de todas las cadenas de televisión, os prometo que la información que me han enviado es de todo menos clara.

Es normal que cuando un artista llega a este mundo le pille todo por sorpresa y la emoción o el desconocimiento haga que no se fije en lo que está firmando. Los derechos de autor son del artista y en algunos casos pueden darle de comer.

SGAE

Aquí os pongo como se autodefine la SGAE en su web.

¿Sabías que SGAE es una de las entidades de gestión en todo el mundo con menor asignación por su gestión?
“Es decir, repartimos los derechos a cada uno de nuestros socios sin que por ello obtengamos ningún beneficio. Únicamente deducimos unos mínimos costes de administración para realizar nuestra labor eficazmente y poder brindarte en cada momento lo que te corresponde como creador o editor.De este modo, con un descuento medio del 15,6%, distribuimos lo percibido en concepto de derechos de autor entre nuestros asociados, así como al resto de creadores y editores de todo el mundo cuyas obras hayan sido utilizadas en España.”
Primero dicen que no obtienen beneficio para después de un punto y aparte decir que “Únicamente deducimos unos mínimos costes…”

Más información sacada de la SGAE….

Las cadenas de televisión, emisoras de radio, discotecas, salas de conciertos y espectáculos, productores y distribuidores de discos o vídeos, así como los productores de cintas vírgenes, entre otros, están obligados por ley a pagar derechos de autor por la explotación comercial de tus obras. Deben aportar además información detallada sobre las obras utilizadas y el uso que han hecho de ellas.

  • Las cadenas de televisión, las emisoras de radio y los portales de internet pagan a SGAE un porcentaje de sus ingresos de explotación.
  • Las salas de conciertos, espectáculos, cines y teatros abonan un porcentaje de la recaudación obtenida en taquilla.
  • Igualmente, los productores y distribuidores de discos y vídeos satisfacen un porcentaje sobre las unidades de discos, DVD’s y otros soportes fabricados o vendidos.
  • Las empresas o instituciones como los Ayuntamientos deben pagar sus derechos a los creadores cuando organizan actividades como conciertos, festivales de cine, bailes, fiestas patronales, etc. Son cantidades proporcionales a la asistencia de público y al presupuesto de las actividades programadas.
  • Los hoteles, comercios, bares, cafeterías, restaurantes, etc. que ofrezcan a los clientes de su negocio música, obras audiovisuales, etc. también satisfacen derechos de autor.
  • Otros establecimientos o entidades que utilizan públicamente las obras de nuestros socios.

TarifasGenerales Sgae 2011

¿Qué es un contrato discográfico?

Por el contrato discográfico el intérprete cede al productor fonográfico el derecho de fijación de su actuación-interpretación, así como los derechos de reproducción, comunicación pública y distribución de tales fijaciones. A cambio, la compañía de discos se obliga normalmente a satisfacer al artista una remuneración (royalties), consistente en un pago sobre ventas de discos.

Este es el reparto que se realiza de la venta de un CD

* IVA: 16%: 2’49 euros.
* Tienda: 40’2 %: 7’25 euros.
* Discográfica un 24’4% 4’41 euros.
* El distribuidor un 4% 0’73 euros.
* La fabricación un 4% 0’73 euros.
* Derechos de autor un 4% 0’73 euros.
* Royalty para el artista 9’4% 1’69 euros.

No quiero dar ninguna conclusión, mi intención es dar una pequeña información sobre cómo va este negocio. Si estás empezando en esto… no te dejes engañar.