El primer paso de Varry Brava por la ciudad asturiana fue todo un éxito de público

Gijón es en verano un hervidero de turistas y locales que, a la hora del concierto en la Plaza Mayor, no dudan en juntarse a curiosear quién toca. Algo que no pasó desapercibido para Varry Brava, quienes dieron el pasado sábado su primer recital en la ciudad asturiana y se sorprendieron al ver a gente tan variopinta junta para disfrutar de su directo. Cuesta creer que fuera su primera vez con la cantidad de conciertos programados regularmente por estos lares, ya que desde el verano de 2009 en que se formó el grupo al de 2019 son muchos años, pero lo importante es que ahora la cuenta está saldada y, sobre todo, que Varry Brava (esa mezcla de Barry White y ‘Brava’ de Mina Mazzini) promete volver.

Acostumbrados al ambiente festivalero, los de Orihuela se vieron arropados por centenares de personas de los más diversos pelajes y edades: «Nos sorprende ver un público tan variado aunque calladito«. Pocas intervenciones más para dejar paso a la música y aprovechar el tiempo al máximo.

El concierto fue una fiesta del baile de principio a fin. Con cuatro discos a sus espaldas, cuyo culmen ha sido ‘Furor’ (2018), pertenecen a esa liga de nombres ligados a los festivales que, sin haber estado de cabezas de cartel, son capaces de levantar a todo el mundo y llevárselo a las cotas más altas de entrega con una música que proclama el hedonismo, la diversión y que sabe tanto a verano. Una condición que, sin embargo, este año se ha superado (y nosotros que nos alegramos) como demuestra su gran éxito en la última edición del Sonorama donde arrasaron en el escenario principal.

Arrancaron con ‘No te conozco’ de su álbum ‘Demasié’. A lo largo de prácticamente hora y media de concierto, quedó patente que lo que venían a crear era una pista de baile en plena plaza: ‘Sonia y Selena’ y ‘Chicas’ (pertenecientes a ‘Safari emocional’), ‘Playa’ y ‘Fiesta’ del LP ‘Arriva’, ‘Nada personal’, ‘El sitio perfecto’ y ‘Satánica’ de ‘Furor’ fueron una a una calando en el público y subiendo la temperatura.

En un pequeño inciso, el cantante Óscar Ferrer aprovechó para mencionar que tocar canciones de su primer disco (publicado en 2012) «mola mucho y es un lujo que este verano nos hemos permitido«.

La berlanguiana ‘Oh oui oui’ y el homenaje a los amores de verano empezaron a apuntar la recta final del bolo, donde tampoco faltaron ‘Calor’ y ‘No gires’, ambas del ‘Demasié’. Tras un pequeño receso, los consabidos bises vinieron cargados de recuerdos para los cuarentones de «la sala» con el guiño al bakalao de los noventa en Valencia a través de ‘La ruta del amor’ y ‘Fantasmas’ como un confeti hecho a base de música para culminar una fiesta de noche estival. Ahora habrá que esperar a 2020 cuando la banda sacará nuevo disco para disfrutar de más y mejor. Y quién sabe si incluso se atreverán con Eurovisión.

Próximos conciertos de Varry Brava: 

24 de agosto: Festival Mediterránea (Tavernes de la Valldigna)

7 de septiembre: Parc de L’Albereda (Monòver) – entrada gratuita

20 de septiembre: Bajo Circuito (CDMX, México)

21 de septiembre: Sonidos Emergentes (Guadalajara, México)

3 de octubre: Fiesta presentación SANSAN 2020 (Joy Eslava, Madrid)

Rocío García

Rocío García

Redacción

Periodista y melómana. Crecí con la música y no he parado nunca de aprender de nuevos sonidos y sensaciones. Amante también de las palabras, todo junto hace la canción perfecta.